Desde un inicio pude notar el problema de nuestra relación, pero no quería aceptarlo porque te amaba con todas mis fuerzas y porque siempre pensé que valías la pena. A pesar de tu desinterés por querer esforzarte para que todo vaya bien juntos. Sentía que si te daba más oportunidades ibas a mejorar. Pero sólo me estaba mintiendo.
Pasaba los días y seguías igual, siempre me decías que era yo la que no daba lo suficiente. Es extraño porque siempre era la persona que hacia los planes para estar juntos, siempre era la que tomaba la iniciativa para pasar momentos lindos, era la que te llamaba para saber cómo estabas, era la persona que estuvo cuando entraste en depresión. No sé cómo me puedes decir que fue mi culpa que esta relación no funcionara. Me dices que si me hubiera esforzado un poco más todo estaría bien aún seríamos pareja.
Si fuera por ti, aún seríamos parejas pero no felices. Porque de eso no se trata el amor, no se trata de que sólo una persona de todo y la otra reciba. Se trata de compartir, de guiarse ambos de la mano. Se trata de avanzar juntos y cumplir las metas de los dos. De apoyarse en todos los momentos que la otra persona necesite.
Tuvo que pasar tiempo para darme cuenta que era yo quien lo entregaba todo y por el amor que me tengo a mi misma tuve que terminar con esta relación unilateral. No puedo estar dando todo por alguien que jamás me va a valorar. Lo siento mucho pero no puedo permitirme seguir desgastándome de esa manera.
Hoy yo no te pierdo, me pierdes; pierdes a alguien que veía en ti todos tus defectos y aun así los quería en su vida, pierdes a alguien que te quería sin condición, solo pedía a cambio que me quisieras como te quería yo. Puede ser que sienta que he perdido mi tiempo, pero me quede con una gran lección, YO SI SE QUERER.