¿Te pasa que no confías lo suficiente en ti? ¿Cuándo experimentas una ruptura te sientes demasiado vulnerable? ¿Tienes un intenso temor a la soledad? ¿Dejas que tu pareja haga lo que quiera contigo? Si respondiste que sí a todas estas preguntas, déjame decirte que es muy probable que estés atravesando por una dependencia emocional.
La dependencia emocional es un estado psicológico en el que literalmente uno no puede vivir sin el otro, hasta tal punto en el que no importa si la relación es destructiva, siempre querrás quedarte allí por el temor a valerte por ti misma.
Para cambiar esta situación, es importante que sepas que debes empezar por ti misma, pues los demás no tienen la culpa de lo que te pasa. Una vez que identifiques que padeces de dependencia emocional y deseas liberarte de esas cadenas, te sugiero seguir los pasos que te dejaré a continuación:
#1 Conócete
Revísate: puede ser que haya situaciones en tu pasado que estén alimentando en tu una baja autoestima, puede ser que sólo estás en esa primera fase del amor en la que deseamos fundirnos con nuestra pareja, entre otras cosas. De igual manera, te invito a que examines tus virtudes y aquello en lo que debes mejorar, para así acercarte más al primer y más importante paso antes de emprender tu camino hacia la liberación: amarte más.
#2 Ve la realidad justo como es
Ver las cosas como son te ayudará a tomar las decisiones correctas. Si estar con esa persona te ofrece más sufrimiento que buenos ratos y las conversaciones sobre el tema no llevan a soluciones claras, es momento de considerar decir adiós y empezar a vivir tu duelo.
#3 Fórmate, diviértete, explórate
Haz esas cosas que de niña te hacían sonreír y que ahora has dejado de hacer, realiza una excursión a la montaña o un viaje a la playa, pasea en un parque, lee, medita. Hay miles de maneras de explorar tu yo, y están allí esperando a que las pruebes todas.
#4 Valora la soledad
La soledad es un estado natural del ser humano del que a veces nos encontramos huyendo por temor. Si este es tu caso, ponte a prueba: ve a pasear sola, costéate una cena en tu restaurant favorito. Así aprenderás a entender que la soledad no es tan mala como la pintan.
Si sigues todos estos pasos, estarás cada vez más cerca de romper con las cadenas que te atan a algo que hasta ahora te ha estado trayendo demasiado sufrimiento. Recuerda que mereces mejores cosas que lo que te ocurrió en el pasado, y entiende que la seguridad y placer que buscas se encuentran en el momento presente.