La mejor analogía que existe para hablar acerca de la vida es la montaña rusa. En ocasiones, te encuentras bien alto, saboreando las mieles del placer y la satisfacción. Todo es rosa y anda bien. Pero en otras veces tocas fondo, sientes el golpe seco contra el piso y te aborda la tristeza y la desesperanza. De repente, todo empieza a andar mal. Este giro continuo entre bonanza y austeridad es una realidad continua de la existencia y, por más que lo intentemos, no podemos escapar a vivirlo.
Afortunadamente, existen herramientas para lidiar con los altibajos de la vida con fuerza y gracia. Alcanzar dicha sabiduría no es un asunto que se realiza de la noche a la mañana, no obstante, vale la pena estar atento a las señales que nos da la vida para sobreponernos y perseverar. A continuación, te presentamos algunos pasos para lograr la resiliencia psicológica.
–Mira las dificultades como oportunidades.
Hay que cambiar el enfoque con el que miramos los problemas que atravesamos y, en vez de ponerles un tinte fatalista, hay que verlos como retos y oportunidades que se presentan para el crecimiento personal. La idea es empezar a ver el vaso medio lleno en vez de mirarlo como medio vacío.
–Abraza el fracaso y los imprevistos.
Nada está escrito y, por más planes y expectativas que tengas, las cosas pueden salir bastante mal. Nos guste o no, el fracaso siempre está a la vuelta de la esquina y debemos aceptarlo como una realidad natural. Si procuramos ser más humildes y aceptamos la posibilidad de perder en cualquier circunstancia, estaremos más listos para lidiar con la pérdida.
–Libera endorfinas.
En momentos de circunstancias difíciles, es bueno darse el tiempo de practicar actividades que puedan elevar tu estado de ánimo. Ciertamente, esta no será la solución a los problemas pero sí te ayudará a sobrellevarlos adecuadamente. Te recomendamos el ejercicio, la meditación, compartir con tu pareja y amigos, entre otras actividades saludables que no generen una carga a tu cuerpo.
–Adáptate al cambio.
Nuestro mundo está en constante movimiento y todo puede cambiar de la noche a la mañana. Por lo tanto, vivir sin apegos y abrazando el cambio es la mejor manera de surfear las olas de la vida sin sufrir en el camino.
–Busca ayuda profesional.
Algunas personas no pueden manejar los tiempos difíciles por sí mismas y requieren de ayuda de un profesional de la salud para conducirlos por el camino correcto. No confíes en charlatanes que te venden una idea de salud que es irreal. En cambio, procura visitar a profesionales colegiados por tu bien.