Los trastornos de ansiedad puede resultar ser un drenaje importante de energía vital y quienes padecen de ansiedad menciona que este trastorno les ha robado un fragmento importante de sus vidas.
El sentir que tenemos el control puede ser una razón suficiente para aclarar que estamos permitiendo que algo nos controle haciéndonos actuar y tomando decisiones inconscientemente. El no poder sacar una idea de nuestra mente, el tener que elaborar el día evadiendo los momentos que nos ponga en riesgo de padecer un ataque de pánico, el querer observar a determinados sujetos en circunstancias específicas, nos muestra que perdemos el manejo en cuanto a lo que quisiéramos vivir.
“La ansiedad como controlador de nuestras vidas”
Por ahora parece que la ansiedad es una mala compañía y lo grave que puede suceder es que tengamos que compartir nuestra vida con ella, perturbadora, egoísta, egocéntrica y sin dudas imprudente… Si tenemos estas cosas metidas en nuestra mente, así será durante largo tiempo.
Si no conocemos todo acerca de la ansiedad, lo más posible es que al final nos agrade su visita y la despidamos cortésmente.
La ansiedad y sus trastornos nos brindan una invitación para examinar nuestro enfoque de la vida, cómo vivimos, qué apreciamos de la vida. Esa necesidad de tener el manejo completo del futuro, de no aceptar el presente, ese terror a que las cosas salgan de mala manera, desconfianza en el desarrollo natural de la vida y la convicción de que si no realizamos una intervención todo saldrá mal, es justamente a lo que le tenemos que dar un freno.
El enemigo no es la ansiedad, ni los síntomas. El enemigo real es uno mismo y la ansiedad solo tiene el rol de mensajero, esta es la que nos expresa que no estamos tomando el rumbo correcto y si la escuchamos, comprenderemos que no tiene la intención de estar demasiado tiempo, ni mucho menos quitarnos nuestra vida, solo quiere que entendamos que existen otros modos, que la vida es actual, que debemos dejar de manejar todo y a todos y que no importa si algo no sale como lo planeamos… esas son parte de la vida.
Cuando iniciemos a confiar en nosotros mismo, tendremos una mayor capacidad de dar mejores soluciones a nuestras situaciones, cuando comprendemos que durmiendo la ansiedad, nos dormimos a nosotros y que lo que debemos realizar es escucharla y seguir sus recomendaciones, esta por iniciativa propia empieza a alejarse, hasta retira para siempre sin hacer un solo ruido e incluso si en algún momento esta intenta volver, ya la conocerás, la saludaras desde cierta distancia y le daremos a entender que no es necesario que regrese, que sabemos bien qué nos intenta recordar y con una gran sutileza nos guiñará un ojo y pasará de largo.