Es cierto cuando nos dice que primero uno debe de amarse para poder amar bien a los demás. Es porque el amor inicia en uno mismo, cuando sabemos darnos ese sentimiento incondicional y nos damos el respeto que nos merecemos. También lo proyectamos y le damos eso mismo a nuestra pareja, para que nuestra pareja nos trate igual. Aquí resalta la frase “trata a los demás de la forma en la que quieres que te traten a ti.”
Debemos hacernos valer nuestros derechos, considerando nuestras necesidades. Esto se puede tomar como un pensamiento de egoísmo o egocentrismo, no es nada de eso, no se trata de sentirse el centro del mundo, nadie quiere poner sus necesidades encima de los demás. Todo esto se trata de que nuestras decisiones se encuentren orientadas a procurarnos bien a nosotros, sin perjudicar a nadie más, procurando felicidad con nuestras decisiones, que sepamos decir no cuando no estemos de acuerdo con algo, darnos nuestro lugar, a sentir bien cuando nos encontramos en soledad. No depender de una persona para poder disfrutar de la vida y ser feliz, sino de uno mismo.
Cuando uno siente amor por uno mismo, permitimos que entren las personas que se encuentran alineados como nosotros nos sentimos, personas que nos amen y respeten en concordancia con lo que sentimos por nosotros mismos. Y poder también demostrarle ese mismo amor incondicional.

No sirve de nada amar locamente a alguien si no podemos amarnos a nosotros mismos. Ningún amor a otra persona debe superar nuestro amor propio, porque o sino tendremos problemas dejando que esa persona abuse de nosotros y nos trate bajo su sombra. Por ello, es esencial que nos amemos para poder amar a los demás, para que nuestro entorno se vuelva más agradable y las oportunidades se abran mágicamente ante nosotros.
Si nosotros no nos cuidamos, nadie lo hará. Por eso, aprende a escuchar tu cuerpo, aprende a cuidarlo, a cubrir tus necesidades, todos somos capaces de cumplir lo que nos proponemos, siempre y cuando nos conectemos con nosotros mismos. Sintamos ese amor propio para enseñarle a la otra persona a tenerse ese amor y verás cómo tu relación estará llena de prosperidad.
Tu eres la única persona que puede abrirse hacia el amor, todo depende de ti. Así que enamórate de ti, de la vida y luego de quien quieras.