Constantemente escuchamos a las personas decir “No tengo suerte en el amor” que a todos los demás les va mejor que a ellos en sus relaciones de pareja, que todas las personas que se cruzan por su vida son iguales, y muchos etcéteras que representan la inconformidad en cuanto a los resultados obtenidos de sus relaciones amorosas.
Sin embargo lo que tienen que tener en cuenta es que la suerte no existe, más allá del resultado consecuencia acciones previas y considerar que “la suerte” debe tocarnos para que nos vaya bien en el amor resulta bastante desesperanzador, demostrando que no sentimos ningún tipo de control sobre los hechos, sino que estamos sujetos a azares del destino.
Somos los creadores de nuestra vida y todo parte en nuestra mente y se manifiesta a través de nuestros pensamientos, que poco a poco toman vida. Si creemos que “no tenemos suerte en el amor”, pues todo lo que materialicemos estará alineado con esa creencia, así que si vamos a creer en la suerte, ¡al menos creamos que tenemos buena suerte para todo!
No importa si las expectativas son altas o bajas, el hecho de tener una idea de cómo debería ser nuestra relación, en lugar de construir y trabajar por eso que queremos, nos coloca en desventaja, quizás inclusive dejemos de darle la oportunidad a quien engranaría perfecto a nosotros por ideas preconcebidas.Nunca partamos de la idea de que es el otro el que debe cambiar, más sano aún: no nos vinculemos afectivamente esperando que el otro encaje en nuestro patrón, dejemos las expectativas a un lado y aceptemos que tendremos diferencias, que habrá buenos y malos momentos, que si se forma un buen equipo, los problemas se solventarán y se crecerá en pareja. Recordemos que ante todo somos humanos y tenemos intereses medianamente parecidos. Olvidémonos de la suerte, tratemos de ser lo que buscamos en el otro y obtendremos el mejor engranaje.
Imágenes cortesía de: Amanda Cass
Fuente: Mujer.guru