El amor en sí, es un acto para valientes, es por ello que se dice que tomar la iniciativa en el amor es un acto de valentía, pero cualquier persona también tiene la libertad de no hacerlo por una decisión propia.
Es por ello que, en el presente artículo, compartimos tres (3) razones principales para no tomar la iniciativa en el amor, enfatizando que en estos temas del amor siempre hay algo más, siendo el amor algo tan infinito y complejo.
- Ya se ha tomado la iniciativa anteriormente: Tal vez ya hemos tenido este gesto y la alevosía en distintas ocasiones, y mediante ello queremos observar si otra persona no solo responde a nuestros mensajes, sino si también nos busca por deseo propio.
Es decir, queremos observar el comportamiento del otro para tener esta información. Y es entonces cuando sentimos que ya llegó ese momento en el que nos prometimos a nosotros mismos que ya no volveríamos a dar el paso, porque creemos que ya hemos sido lo suficientemente claro al compartir aquello que sentimos.
- Amor no correspondido: Estamos seguros de que la otra persona no nos corresponde y no queremos seguir alimentando la expectativa o la esperanza de una ilusión, que cuanto más crece, más daño nos hace, por el salto que existe entre la imaginación y la realidad misma.
Por tanto, podemos elegir esta opción cuando nos encontramos ante el vértigo de un amor imposible y ya conocemos cuál sería la contestación del interlocutor en esta situación. En una situación así, una persona es libre de tomar la iniciativa o de no hacerlo. La elección es personal.

- Queremos darnos un tiempo: Tal vez, sentimos algo especial por otra persona, sin embargo, necesitamos darnos un tiempo para pensar en nosotros, y poner las ideas en orden.
Nuestro bienestar es una prioridad. Podemos posponer esta decisión para otro momento, sabiendo incluso que, finalmente, podemos darnos la posibilidad de que no demos el paso. También puede ocurrir que tengamos dudas y no queramos transmitir un mensaje condicionado por esta indecisión desde el principio.
Algo así como causarle confusión a la otra persona, causando una fractura en sus sentimientos, o algo similar. Es mejor asegurarse de todo lo que sentimos primero, antes de tomar cualquier decisión o dar algún paso en falso.