No siempre nos enamoramos de la persona correcta, no siempre nuestros sentimientos van a ser correspondidos y cuando lo son quizás no nos puedan o quieran dar el lugar que nos corresponde, quedando rezagados en su corazón como una segunda opción.
A veces lo más fácil es cegarnos y evadir la realidad, sin embargo, es necesario que nos ubiquemos en la realidad por dolorosa que ésta resulte, porque si nos conformamos con una posición secundaria que se nos quiera otorgar, probablemente nos estemos haciendo el peor de los daños.No podemos obligar a nadie que nos quiera, ni que nos coloque en su vida en la posición donde queremos estar, pero sí podemos nosotros darnos el lugar que merecemos, aun cuando represente alejarnos de algo o alguien apreciado por nosotros. Es nuestra responsabilidad cerrar los capítulos que nos lleven a abrir otros sonde tengamos el papel protagónico que merecemos.La vida es muy corta como para gastar nuestras energías y nuestro tiempo en alguien que no es capaz de ser recíprocos con nosotros. Inclusive muchas veces es preferible la soledad en una pequeña pecera, que verse sometidos a desplantes, desprecios o desvalorizaciones que vienen acompañados de las segundas pociones.Seguramente mientras hacemos muchos esfuerzos y sacrificios por subir de posición o nos conformamos con lo que alguien puede ofrecernos, estamos cerrando las puertas a conocer a alguien o darle la oportunidad a otra persona que pueda tener las ganas, las intenciones y la disposición de valorar lo que nosotros estamos dispuestos a ofrecer, lo que tenemos para entregar y darnos el lugar que nos merecemos, convenciéndonos siempre primero de que merecemos lo mejor y estamos en plena capacidad de conseguirlo y mantenerlo.
Fuente: Rincón del Tibet