Cuando dos personas se conocen y se enamoran, quieren contarles a sus amigos más cercanos para poder expresar su felicidad. Siendo todos cómplices de esta relación que es correspondida por amabas personas. Y como ellos se encuentran felices quieren que sus amigos también compartan esa felicidad por ello quieren emparejarlo. Pero equivocadamente, pensar que su felicidad puede ser la de su amiga y la de su amigo al crear una pareja puede convertirse en un error. Siendo parejas forzadas que rara vez funcionan y suelen terminar bastante mal.
No digo que no pueda ocurrir, sino que a nadie le gusta que fuercen las cosas. Cuando la pareja se empeña y logra emparejar a sus amigos, la relación puede ser armoniosa durante una época. El problema radica cuando esas emociones se centran en ese círculo pequeño, provocando a la larga un asfixio por parte de todos.
Los amigos de la pareja, son sus amigos que le han compartido todos sus secretos, sus pequeños logros, sus frustraciones y sus desilusiones. Tienen todo un cajón de recuerdos que en algún momento aflorarán para convertirse en algo que puede destruir a la pareja y destruir la amistad entre los 4. Puede ser que, en la mayoría de los casos, ese cuarteto se centra en la desconfianza, en los cotilleos y en los celos.
No será fácil poder contarle algo a tu amiga, si el novio es el amigo de su chico, se complica mucho los problemas. El factor celos siempre será presente. Puede ser que los celos se salgan a relucir por el tiempo que se tienen con sus parejas, y no tienen entre amigos.