Todos los seres, sin distinción, merecemos ser amados por el simple hecho de ser producto de la creación suprema. Sin importar nuestras distinciones, credo, raza, sexo o estatus social, todos merecemos conocer el amor y hacernos el partícipe de él. Lo hermoso del romance y el enamoramiento, en nuestro caso, es la participación de dos, lo cual engrandece el alma y ennoblece el espíritu.
Este amor debe ser completo y puro, a diferencia de otros amores. ¿Qué diferencia puede generar en tu vida un hombre que no te ama y no te complace en su totalidad? Se convierte en una carga, en un peso insoportable. Más aún se siente cuando tú lo das todo y él no da nada a cambio.
¿Qué hacer? Me preguntan muchas personas. Yo les respondo que todo pasa, en primer lugar, por cultivar el amor hacia uno mismo. Debes preguntarte: “¿Por qué debo aguantar un amor a medias, si lo doy todo? ¿Será que estoy con la persona indicada?” Estimada amiga, guste o no nos guste, algunos hombres no saben apreciar lo que tienen y simplemente hay que descartarlos de raíz.
Aunque creas que no hay salvación para ti, la verdad es que sí la hay. Para ello, debes mentalizarte en lo que buscas. En ese orden, la psicología positiva nos ofrece grandes alternativas para alcanzar todo lo que deseamos en el amor y en otros aspectos de nuestra vida. Simplemente debemos empezar a aplicar sus preceptos y en poco tiempo observaremos resultados a la mano.
Así que, estimada amiga mía, ¿Qué esperas? ¿En serio vas a conformarte con un amor a medias con alguien que poco merece la pena? ¿Qué tal si ves más allá y apuestas por un hombre apuesto, cariñoso, romántico y detallista? Estoy segura de que mereces eso y mucho más, así que ¡Manos a la obra!