Cuando una persona ilusionada tiene todas sus expectativas puestas en una relación funcional, es difícil mantener la objetividad para reconocer que una historia no marcha por buen camino. Sin embargo, es conveniente realizar este ejercicio de reflexión emocional para ser sincero con uno mismo. Uno puede aparentar ser feliz ante los demás, sin embargo, es imposible engañarte durante mucho tiempo. ¿Cuáles son las señales más claras que indican que tienes una relación que no te conviene?
Llevas tú todo el peso de la relación
Sientes que esta relación avanza porque llevas sobre tus hombros todo el peso de la relación. Tomas la mayoría de las decisiones, echas de menos que tu pareja tome más iniciativa, sin embargo, prefieres valorar lo que tienes antes que perderlo. Pensar en “mejor esto que nada” puede conducir al enganche psicológico que produce el conformismo insano. No te conviene una relación de pareja si la situación es inversa. Es decir, si eres tú quien tiene un papel protagónico secundario en esta historia de amor y tu pareja es quien asume el peso principal de la historia.
Discusiones de pareja constantes
No es buena actuar con indiferencia ante las discusiones de pareja habituales que muestran un trasfondo que conviene escuchar. Uno debe darse cuenta de los detalles de una discusión, por ejemplo, si una pareja discute mucho puede ser por la incompatibilidad de caracteres. Existe un desgaste psicológico de las discusiones frecuentes en la relación aumentando así la insatisfacción y la desilusión.
No eres feliz
Este es el síntoma más evidente de una relación que no te conviene: la infelicidad interior se muestra a través de esa voz interna que envía mensajes de insatisfacción constantes. Afectando esta infelicidad interior en muchos afectos de tu vida.