No existe ni un poco de beneficio en aferrarse al pasado. Sea cual sea el escenario y la circunstancia, no es para nada recomendable enfrascarse en esas vivencias antiguas que no aportan nada bueno a nuestro presente, y menos a nuestro futuro.
Existen vivencias del pasado, que nos han dejado experiencias muy buenas e irrepetibles. Estas se convierten en recuerdos que son imborrables de nuestra memoria, ya que nos marcaron de manera significativa.
Pero esto no quiere decir, que tenga que aferrarse a esas experiencias. Bien, nos han dejado buenas enseñanzas, pero es algo que ya pasó, solo debemos tomar eso que aprendimos y ponerlo en práctica para nuestro futuro.
Mucho peor es enfrascarse en vivencias pasadas que fueron perjudiciales en su momento, para nosotros, y que por sí solas, no aportan ni un poco para nuestra construcción del futuro.
Estos hechos del pasado que carecen de relevancia para ayudarnos a formar nuestro futuro, hay que descartarlos de nuestra vida, buscando la manera de superarlos lo más pronto posible, antes de que nos pueda afectar.
Estas experiencias suelen perjudicarnos mucho si llegamos a aferrarnos a ella, ya que al no brindar nada para nuestro futuro, logrará causarnos serios problemas con nuestra seguridad y confianza a la hora de aventurarnos a algo.
Ya sea en el ámbito amoroso, social o familiar, si no podemos dejar de pensar que nos puede volver a ocurrir eso del pasado que nos perjudicó tanto, perderemos todas las oportunidades que se nos presenten de cara al futuro, por miedo.
A esto se refiere la frase “un pasado que no tiene futuro”, una vivencia traumática o poco deseada, tiempo atrás, que nos estanca en una indecisión muy grande, comandada por el miedo y la inseguridad a que nos vuelva a ocurrir lo mismo.
Muchas veces, necesitamos de ayuda proveniente de profesionales en la psicología, que nos ayuden a conseguir técnicas que nos lleven a la meta de lograr desaparecer los recuerdos de ese pasado que no nos deja ir hacia el futuro.
Los psicólogos, en la mayoría de los casos, recomiendan mucho la idea de tomar decisiones sin pensarlo dos veces, sin darle tiempo al miedo y a la falta de confianza de que se apodere de nosotros.
Buscando la manera de que esta decisión nos lleve a lo que de verdad queríamos conseguir, para así decirle adiós a esa inseguridad que nos causaba estar aferrados a ese recuerdo poco producente.
Si bien, puede ser que no nos logremos olvidar por completo de este pasado, ya que fue algo que quedo muy marcado en nosotros, por distintas razones y circunstancias. Si podremos dejarlo donde debería estar, solo en los recuerdos.
Y de esta manera poder vencer esos miedos que nos producían estos recuerdos, al estar aferrados a ellos, sabiendo que no aportaban nada bueno para la elaboración de nuestro propio futuro.
Así que nunca debemos anclarnos a una vivencia, por más significativa que sea.el aferrarse al pasado no es sano.