Es parte de la vida cometer errores. Ya que si no lo tienes no estás creciendo como personas, fortaleciendo tu autoestima y haciéndote más sabia en el ámbito de la vida. Mucho de nosotros hemos cometido muchos errores y puede que estemos pagando por ello, pero también estamos agradecido por ellos.
Ya que esos errores nos obliga a crecer. Nos obliga a mirar a la personas que somos, y a quienes nos rodean. Nos hace aprender. Aprender el tipo de persona que somos cada uno, lo que queremos, con lo que uno se conforma y lo que aceptaremos. Y lo que no.
Puede que te hayas encontrado con personas que no eran buenas para ti. Que no mejoraban tu vida. Fue sólo después de que se fueron, que pudiste darte cuenta de lo tóxicos que eran. Puede que notes que has perdido de tiempo, pero has aprendido en todo ese tiempo como poder percibir mejor a las personas, y saber quién te conviene y quién no.
Poco a poco te has ido distanciando de la negatividad y ahora eres una persona feliz. Muchas veces las personas que te rodean no están haciendo nada por ti, y necesitas evolucionar. No está mal cortar lazos, es parte de crecer, de madurar. Vivir y aprender.
Todos podemos cometer errores, pero al final, lo que importa es haber aprendido de ellos. Si no, no tuvo ningún sentido vivir en esa situación.
Un error siempre será una lección aprendida. Y si la lección es verdaderamente aprendida, nunca volverás a cometerlo. Estoy muy segura que no lo volverás a ser, porque has aprendido bien de ese error.