- Quizá me llamó y no me llegó ningún mensaje de notificación a mi teléfono… O salió de viaje, o sufrió un accidente… Quizá, algún familiar falleció…
- Quizá no me llamó porque no me quiere volver a ver. Y algo dentro de mí, me dice que no soy la única a la que ha hecho sentir eso, y la regla es la siguiente, si un tipo no te llama, es porque sencillamente, no le da la gana.
- Cuando un hombre te trata como si no le importaras, es porque realmente, es así…
Los diálogos de He´s just not that into you son las más duras de la comedia romántica; a pesar de ellos, la contundencia de sus mensajes no le quita nada de realidad. No es un asunto de género, pues tanto los hombres como las mujeres caemos en el autoengaño de creer que le interesamos a alguien, cuando en realidad no es así, sumergiéndonos ciegamente, en una mar de sufrimiento.
A no ser que ella o él viva en un lugar sumamente apartado de la civilización, siempre habrá formas de estar en contacto. Constantemente usamos, al menos, 5 redes sociales, por lo cual, la conectividad siempre estará ahí, disponible para darse. Sin contar los medios tradicionales, como una llamada, un mensaje de texto, o incluso, una carta.
Demos el beneficio de la duda y pensemos que en realidad, sí está muy ocupado, sí tiene mucho trabajo y esto le ocupa todo el día. Una persona promedio, debe ir en promedio, una o dos veces al baño, darse un momento para comer y también ducharse. ¿Cuánto tiempo le puede tomar eso? ¿Puede ser más tiempo que el que le tome escribir un simple “hola”? Veamos…
- Desbloquear el teléfono: 2 segundos.
- Abrir una aplicación: 5 segundos.
- Buscarte entre sus contactos: 10 segundos.
- Abrir tu chat y escribir 4 letras: 5 Segundos.
- Dar clic a enviar: 1 segundo.
Es decir, ponerse en contacto contigo solo toma 23 segundos de su tiempo ¿En serio no tiene esa cantidad de tiempo en las 24 horas del día?
Pero el problema no es que esta persona tenga ocupaciones, sino lo que tú logras interpretar a través de su silencio. “Si quiere, pero no puede”. Que no se te haga difícil aceptar que el silencio, en este caso, solo significa una cosa: “No me interesas”.
Si ya salieron y hubo algo entre ambos y aún no te ha llamado, no quiere decir que no le gustes. El punto es que no sabes para qué le gustas. Quizá desee algo casual, quizá solo seas una aventura, quizá está inseguro y quizá quiere darse un momento para no notarse desesperado. No es un crimen que solo te vea como un pasatiempo.
Pero sí es un crimen que te ilusiones donde no ha habido nada para que lo hagas. No intentes pensar que eres la prioridad de alguien, cuando no te lo demuestra, porque sencillamente no podemos agradarle a todo el mundo y a veces solo se trata de tener paciencia y esperar a alguien que, de verdad, te meta entre sus más importantes proyectos de vida.
Debes pensar siempre en ti, en lo que te gusta y con lo que te sientes cómoda. Siempre debemos ser un tanto egoístas, pues esto hace que podamos aceptar, de una manera mucho más cómoda, que no ha todo el mundo le vamos a agradar. No es que no merezcamos ciertos amores, es que en realidad nadie está obligado a amarnos. Es solo una decisión y debemos buscar corazones en los cuales siempre seamos la prioridad, esa es la decisión más sana.
Lidiar con esta idea es complicado. Nadie nace con la cualidad de aceptar el rechazo, pues el instinto natural es solicitar compañía y amor. Al no conseguirlo, uno de los dos se siente en peligro y traspasar esta situación a niveles dramáticos, es un gran error.
Está bien no ser amado por alguien, lo que está mal es no aceptarlo y aferrarse fervientemente a que esa persona si lo hace cuando nos deja en claro de que no es así. Amor propio es el concepto mágico en el cual debes buscar refugio para escapar siempre, de estas personas de las cuales no somos prioridad alguna.