¿Tan difícil es aceptar que podemos desprendernos de aquello que amamos? Esa idea parece contradictoria, porque por lo general, siempre nos dice que, si amamos algo, no debemos dejarlo ir. Pero, ¿Y si ese amor no nos corresponde? ¿Y si existen causas ajenas a ti que hagan que no puedan estar juntos?
Así como entregamos amor a los demás, debemos entregar amor hacia nosotros. Por ello, debemos velar por nuestro bienestar emocional, antes que cualquier cosa. Desprenderse de lo que se ama, no es fácil, y aún menos fácil, es asimilar que aquello que amas, no puede ser para ti.
El amor es doloroso en la medida que no se corresponde, y es ahí cuando debemos decidir si, aferrarnos al dolor de la incertidumbre y lo que nunca pasará, o aferrarnos al futuro y un mejor porvenir donde podremos sanar con el tiempo.
Comienza tu día con esta pequeña reflexión y pregúntate ¿Cuánto vales tú? Porque si amas a alguien, ya debes tener una idea de cuánto vale esa persona. El problema no es que no te correspondan, el problema es no aceptarlo.
Es momento de poner los pies sobre la tierra, tomar el corazón con las manos y dirigir la mente hacia lo que es realmente posible. Dejemos de aferrarnos a aquello que no nos pertenece, porque quien de verdad es para nosotros, llegará sin ser suplicado.