¿Quieres volver con tus mentiras?, esta es la idea en la que muchos hemos rondando algunas vez si hemos experimentado el fracaso de alguna relación amorosa o la ruptura de un noviazgo fallido, pero sin darnos cuenta.
Sí, todos hemos pasado por una situación incomoda y queremos salir corriendo y volver con esas mentiras que marcaron de cierta forma nuestra vida de alguien que compartió algunos momentos de nuestra vida.
Un estudio realizado en la Universidad de Kansas, en los Estados Unidos, arrojó resultados que no son muy favorables al considerar retomar esa relación nuevamente con las mentiras, y es indicativo también de algunas ausencia.
Veamos, este estudio reveló que las personas, aunque volvieron a intentarlo con sus mentiras, siguieron repitiendo las mismas fallas en la relación y además son infelices en sus vidas, ya que muchas representaron un ciclo.
¿El pasado ya pasó?
Si, aunque cueste creerlo, ya esa persona no está y ha quedado en el pasado. Pero muchos se preguntan y si volvemos ¿qué pasaría, será todo distinto?, y muchas veces jugamos con esas ideas y terminamos victimas de sus pasadas.
Este estudio realizado con parejas fallidas indica que los patrones que rechazaban de sus mentiras seguían repitiéndose y poco son las tolerancias a un nivel mayor de relación, muchas producen estancamiento y son lastre.
Por eso, decidir regresar, se convierte en un ciclo de cortar-regresar-cortar y termina dejando infelices a ambos y causando en muchos casos una depresión que limita las oportunidades de un verdadero crecimiento personal.
Infelices e inseguros
Las personas que regresan con sus mentiras muchas veces son victimas de su propia inseguridad, de perder a alguien que ha significado mucho e inclusive de desvivirse por hacer feliz al otro sin conocer el perjuicio propio que.
El hecho de ver a esa persona especia con otro te retumba en la mente, cuando crees que si existe la posibilidad de retomar las cosas todo funcionará es un signo propio de infelicidad.
Tomas una buena decisión antes de cortar una relación puede determinar a buen termino el curso de la misma sin que tu pareja sea tu mentiras, no apresurarse es importante y ceder en algunas cosas para mejorar.
Muchas de las personas que se permiten terminar una relación para después volver a iniciarla con su mentiras terminan fracasando, pues es un a conducta repetitiva y limitada al desarrollo de ambos desde el punto de vista sentimental.
Ya no más mentiras que valgan
Donde hubo fuego, no hay cenizas que valga si se ha ordenado la vida como una persona madura. Muchas veces la necesidad de sentirse amado o querido está latente y creemos que si las mentiras ya no están, nadie lo hará.
Esto es completamente falso, porque si uno está completamente seguro de su personalidad, de si mismo y quiere progresar, eliminar aquello que estorba es primordial.
Es momento de tomar nuevos caminos y riendas libres de mentiras seamos completos en nuestras relaciones.