Sentirte cómodo con tu pareja es normal, quiere decir que entre ambos existe confianza incluso para disfrutar de los silencios compartidos es muy saludable. Sin embargo, la comodidad negativa es otra. Es aquella que te hace sentir estancado con un estilo de vida, aunque en tu interior, soñando con algo más sólo que no quieres dar el paso porque piensas que ya es muy tarde, tienes miedo a la soledad o crees que ya pasó tu momento.
Ir más allá de la rutina
El amor puede morir al buscar siempre las opciones previsibles en cada circunstancia. Porque vivir una historia te implica como persona. Y esto es salir mucho de tu zona de confort, potenciar la escucha activa para comprender a tu pareja, más allá de tu propio punto de vista.
Para que sepas que tipo de comodidad sientes con tu pareja, debes escuchar tus emociones. Por ejemplo, si de un modo habitual experimentas una agradable sensación de tranquilidad interior, esto quiere decir que estás en el lugar que deseas. Por el contrario, si esta comodidad se traduce en desgana, cansancio psicológico, apatía y frustración, entonces, quiere decir que no te encuentras en un lugar estable. Las emociones, que son agradables y las que no lo son, te ofrecen una información importante de cómo te sientes en una relación.
La felicidad es la meta definitiva
Es muy importante no confundir el amor con la comodidad, porque tristemente, las personas podemos acostumbrarnos incluso a situaciones de infelicidad. Podemos pensar que todo se encuentra bien porque nos acostumbramos a esa emoción sea buena o mala. sin embargo, la costumbre no debe alejarte de tu propio desarrollo como ser humano en el amor y en cualquier ámbito.
No puedes vivir una infelicidad por la flojera de no querer cambiar y mantenerte en ese estado porque piensas que ya llevan muchos años así y no quieres verlo como algo perdido. Tienes que ser consciente de tus emociones y razonar sobre ellos para que puedas estar seguro de lo que sientas. Que sea amor y no infelicidad.