Cuando una persona es buena y sincera crees que todo el mundo es igual que tú. Para mala suerte la realidad es otra, ya que no siempre te encontrarás con personas que sean claras y que sepan lo que quieren. Por ello, debes cuidar de ti y protegerte, para así evitar que te hagan más daño del necesario.
Existen personas que les gusta jugar con los sentimientos de otros, van mucho más allá de la intención de no tener un compromiso con ellos, da pie a malos entendidos y no tiene el menor pudor en tontear de forma abierta. Las personas que también tienen pareja pueden hacer lo mismo, sin extremo de caer en la infidelidad. Por otra parte, sabemos que una persona se puede sentir muy halagada cuando sabe que está enamorada de ella. Ese sentimiento de halago que te hace sentir bien, es también el que impide que la otra persona, te deje claro cuáles son sus sentimientos.
Lo peor es que hay personas que no se dan cuenta de que no son correspondidas hasta que escucha un “no” de la boca de la otra persona. Y a veces, incluso en esos momentos, siguen dudando. Piensan que es posible poder conquistar el corazón del otro. Y evidentemente, posible puede ser, sin embargo, nadie debe esperar a nadie durante mucho tiempo.
No debes permitir que alguien juegue con tus sentimientos y tú tampoco debes jugar con el corazón ajeno ni con las expectativas de los demás. Porque a la larga eso puede dañar a la persona y a nadie le gustaría pasar por lo mismo. Es mejor tener una conciencia tranquila y ser feliz, sin dañar a nadie.