Todo mientras exista amor no se rompe. Cuando existe amor los defectos no importan y no hay barreras que impidan que se de. Cuando no es así, cuando la persona no lo desea, cuando la persona no ama ni las más grandes cualidades harán que se quede.
No importa que no seas bello o poco agraciado siempre habrá alguien a quien le gustarás. Sin importar lo fascinante y deseable, siempre habrá alguien que te desprecie. Al final eso no significada nada porque habrá alguien para ti en el mundo que te aceptará tal y como eres.
Y si en algún momento esa persona con la que congeniaste llega a alejarse de tu vida, no es el fin del mundo. Pero por eso no debes creer que todo se ha acabado. Valora aquellos que están y no te lamentes por perderlos. No temas perderlos.
Alégrate por lo que tienes, ilumina tu camino que mientras más luz haya, menos miedo tendrás, entre menos miedo tengas, habrá menos sombras en tu alma.
Mientras más amas, mientras más das amor más te queda. Si al dar amor sientes dolor u odio quiere decir que le has dado a una persona veneno en forma en envoltura de chocolate. Seguramente no vale la pena esperar agradecimiento a cambio de eso.
Deja ir. Permite que esa persona sea algo más que el reflejo de tu amor. Volverse parte de tu ser amado es un talento poco común y una maldición extravagante. Sé tú mismo, se digno, olvídate del miedo, un día esa persona volverá de todos modos, pero hoy no.
Cree y confía. No pienses en el mañana, piensa sólo en el ahora. Vete antes de que el amor que ya ha fallecido empiece a oler a carroña. Vuelve antes de que el deseo se convierta en una obsesión.
Lo que se compró con dinero vale sólo dinero. Lo rogado, lo llorado, lo usurpado y lo robado será arrebatado con creces. Lo que fue dado por voluntad propia, de todo corazón no tiene precio.
¿Cómo reconocer a esa persona? Es muy simple: Irás caminando y te encontrarás con él en medio del camino. Él no sabía, tú no sabías. Se habrán encontrado, y a donde quiera que vayan, ahora van por el mismo camino.
Fuente: Nicky Batha /Genial