Al momento de discutir, los miembros de una pareja ponen a prueba valores como la honestidad, la humildad y el respeto. Es así que una conversación de este tipo puede terminar en entendimiento pleno o irse por un camino más dañino: ese en el que cada quien defiende a capa y espada su argumento y no cede ante la posibilidad de que el otro tenga la razón.
Eso puede hacernos pensar que a veces nuestra pareja nos lleva la contraria, alegando que no está de acuerdo con lo que decimos por simple capricho, y tal vez lo que realmente quiere es expresar su opinión pero lo hace de una manera que no termina transmitiendo lo que realmente siente.
Por el lado menos amable, resulta ser que él se muestra como alguien que no es capaz de apreciar tu opinión porque cree que sabe más que tú y por ello no es válido escucharte.
Si este es el caso, no está fácil el asunto pues debemos resolver el problema sin que el afecto que sentimos hacia él se vea dañado. Lo más conveniente en este caso es, en primer lugar, no dejarnos llevar por la emoción, pues empeora el panorama. Molesta muchísimo la necedad del otro pero si queremos resolver debemos ser inteligentes.
Para que una relación funcione debe hacer un cierto equilibrio en el que ambos se escuchen y valoren las opiniones del otro por igual. Primero hay que recordar que somos diferentes y por tanto tenemos puntos de vista que contrastan entre sí, pero es por las semejanzas que una persona inicia una relación de pareja con otra y allí radica el amor.
Ver las diferencias como una oportunidad de conocer al otro es mirar el asunto por el lado más amable. Insistir en que el otro cambie sin asumir nuestros propios errores produce justificaciones y manipulación sistemática por parte de la pareja.
Es así que cuando surja un problema, lo mejor es respirar y pensar antes de hablar, pues responder desde la emoción en el momento aumentará la posibilidad de tener otra pelea. Confíen en sí mismos y en el otro, valoren sus ideas de manera justa, sin ponerlas encima de las del otro, y escuchen lo que éste tiene que decir. Recuerda que esto no es una competencia sino una relación romántica basada en el amor y el respeto.