Normalmente la estabilidad de una relación no siempre se mide por el nivel de madurez, sino en la forma de amar de sus protagonistas. ¿Cómo puedes saber si te encuentras en una relación con un buen grado de madurez?
Comunicación que nace de la confianza
Toda relación madura tiene como base la comunicación. Ya que aquí los protagonistas comparten sus puntos de vista en un contexto de confianza mutua en donde existe el deseo de poder llegar a un acuerdo. A través de la comunicación se puede generar una empatía, una capacidad de expresar los propios sentimientos y asimilar los de la otra persona con respeto y amabilidad.
La rutina fluye de un modo natural
Los protagonistas se mueven en un escenario estable que no se encuentra marcado por cambios de ánimos habituales. Disfrutan la rutina y fluye todo con naturalidad gracias a las aportaciones de las palabras, gestos e iniciativas de la pareja.
Si sientes que tienes que desgastarte por sacar tu relación adelante, entonces debes reflexionar. Porque el amor verdadero no requiere de tales sacrificios. Sin embargo, un síntoma de madurez de una relación es que ambos cuidan su historia fomentando el desarrollo de nuevos recursos de comunicación.
Te muestras tal y como eres
Al inicio de la etapa del noviazgo, siempre intentan mostrar su mejor imagen. Sin embargo, cuando lleva tiempo y forma una relación madura pues el temor de mostrarse como es ya no existe. Comenzando a conocer los defectos y puntos débiles de la pareja.
Eres autónomo en la relación
Sientes que tu relación es libre e independiente, sintiéndote cómodo en todo momento con esa persona especial. Cada uno de ustedes tiene un tiempo propio, fortaleciendo la confianza plena entre ambos.