Mereces un amor que cuando te vea por la calle despeinada con esos pantalones desgastados que te niegas botar y la blusa que te gusta usar los domingos, crea que eres la más bonita.
Mereces un amor que no se canse de conquistarte día a día y que no quiera perderte así nomás. Un amor que te demuestre que eres su mundo con cada pequeño detalle, la única chica con quien desea estar.
Mereces un amor que se esmere en prepararte el desayuno, que te apapache cuando estés enferma y que sepa entender tu humor cambiante durante esos días difíciles.
Mereces un amor que te presuma con sus amigos y que se sienta orgulloso/a de ti, un amor que te lleve a recorrer el mundo de la mano, que te brinde protección y cuidado, con el que te sientas plenamente segura mientras te rodea con sus brazos.
Mereces un amor que nunca quiera cambiarte, que sepa valorar tus emociones: que rías a carcajadas, que cantes y bailes, que a veces derrames lágrimas, que tengas tus momentos de enojo y aún así sepa apreciarte.
Mereces un amor que entienda tu mismo lenguaje, que te sea leal, transparente y sincero,que no te hiera ni te haga sentir mal.
Mereces un amor que quiera recorrer la vida a tu lado, que te incluya en sus planes a futuro y que se esfuerce para que así sea.
Mereces un amor que tenga detalles como abrirte la puerta del coche, que te plante un beso en la mano cuando menos lo esperes, que mire a los ojos y te diga las verdades de su corazón.
Mereces un amor que te inspire, que reconozca tus logros (los grandes y los pequeños), que te empuje y te brinde su apoyo cuando algo te salga mal.
Mereces un amor que haya superado su pasado, que sólo se enfoque en su presente y que en él te encuentres tú.
Mereces un amor que extienda tus alas y que haga realidad todo eso que pensabas imposible, con el único deseo de que siempre quieras regresar a su lado cuando acabes de volar.
Fuente: Rincón del Tibet