El amor es un sentimiento que nos permite idealizar, ya que no existe una ley ni normas que los detengan. Creemos que todo es perfecto. Sin embargo, en medio de tanta intensidad, también existen rasgos preocupantes a largo plazo. Te diremos cuales son:
En primer lugar, no es consciente de la realidad. Es decir, observa todo desde la perspectiva del “para mí” perdiendo toda objetividad del mundo. Se sabe que, en el amor, es imposible tener una objetividad total, pero, es importante intentar buscarle a través del análisis algo racional para no perjudicarnos en el futuro.
Las personas que son muy idealistas viven situaciones bastantes repetidas. Se enamoran de una persona sin conocerle de verdad. Atribuyendo un carácter y una personalidad que, en la mayoría de los casos, poco se asemeja a la realidad. Se enamoran de ese ideal sin confirmar si, aunque sea la esencia se parece. Por ello, por haber construido esa imagen perfecta, los enamorados tardan mucho tiempo en poder superar el dolor y dejar atrás una historia que parece insuperable.
Por otro lado, las personas que son idealistas en el terreno del corazón, tienden a focalizarse demasiado en sólo sus intereses descuidando su alrededor. Ya que no les queda energía para nada más. Por ello, conviene hacer un esfuerzo para tener un buen nivel de concentración en el trabajo, seguir quedando con los amigos, realizar planes con la familia, etc.
No quiero decir con esto que el idealismo es malo, al contrario, es bueno porque nos da las energías para poder lograr lo que queremos. Pero recuerda que todo en exceso hace daño y esto es uno de ellos. Así que es bueno ir con cuidado, no enamorarse locamente e imaginar que todo es perfecto, porque nadie lo es. Recuerda que al final el daño lo recibirás tú y será un poco difícil salir de ahí.