A pesar de que todos a mi alrededor intenten convencerme de que errar es humano, siento un dolor tremendo por todo lo que te hice.
Es así que te pido perdón por haberte hecho sentir mal cada vez que pude, por las lágrimas que derramaste a causa de mis vejaciones.
Te pido perdón por no haberte apoyado cuando más lo necesitaste. Me hundí tanto en mis propios problemas que no pude ver que tampoco podías con los tuyos, y no te extendí mi mano a tiempo…
Perdóname por haberte dado tan poco y a la vez exigirte que me dieras hasta el último pedazo de ti, y cuando no lo recibía me molestaba de tal manera que no te hablaba en horas, a veces días…
Te pido perdón por aquella vez que la ira me encegueció y te grité que no te amaba, que estaba contigo por lástima, porque mis palabras no eran ciertas. Porque siempre he querido estar contigo por amor pero me sentía demasiado lastimada…
Perdóname por el desliz que tuve con aquel chico. No tenía mi horizonte claro y me dejé llevar por los placeres de la carne, sin pensar en el momento en que estaba matando nuestra confianza…
Te pido perdón si te he fallado en tantas cosas, y hoy más que nunca me siento arrepentida porque entiendo que muchas de las grietas de nuestra relación llevan mi nombre.
Sé que si decides perdonarme no será fácil ni rápido. Perdonar lleva tiempo y dedicación, y por ello prometo ser paciente y entender que habrá momentos en los que no quieras ni verme.