Recuerdo la primera vez que te vi, estábamos en una fiesta de disfraces. Recuerdo que tenía un disfraz de un escrito, uno de mis favoritos no muy conocido pero si muy buen escrito y tú tenías el disfraz de un psiquiatra, todo barbudo. Tenías los ojos tristes, podía sentir tú melancolía, pero tenías algo que me atraía así que me acerqué a ti. Te juro que lo pensé muchas veces, pues tenía un presentimiento y no quería enamorarme otra vez. Ya había salido mal en una relación y no estaba dispuesta a tener otra, pero podía tener un amigo.
Me senté a tu lado y te pregunte porque estabas triste, tú sorprendido me dijiste como lo sabía y te dije que se nota en tus ojos. Automáticamente me sonreíste y me dijiste que no querías estar así pero no podías evitarlo. Así que te animé un poco, comenzamos a bailar, te contaba cosas chistosas y comenzaste poco a poco a soltarte.
Tuvimos una conexión muy bonita, aunque no podíamos vernos las caras por el maquillaje de los disfraces sentíamos una gran atracción por la otra persona. Hasta que me dijiste que querías verme cualquier día. Yo sin pensar acepté y te di mi número, no tenía ni idea lo que estaba haciendo. Me sentía tan confundida pero aliviada al estar a tu lado.
Al otro día de la reunión me llamaste y me dijiste que querías verme, tenía miedo pensé que no podías quererme sin el disfraz. Hasta pensé ir con el disfraz de ese día pero tenía que enfrentarme sola a esta situación.
Cuando te vi, me sorprendí realmente eras un chico muy atractivo, con una sonrisa más animada que ese día, con los ojos más alegres. Hiciste una expresión de que estabas satisfecho conmigo, me sentí bien. Comencé a tenerte confianza y en unos minutos ya estábamos tomados de la mano viviendo una vida amorosa, nos reuníamos casi todos los fines de semana porque tu trabajo era muy agotador y mis horarios eran rotativos. Pero siempre que podíamos hablábamos por teléfono horas y horas, hasta una vez nos quedamos dormidos.
Nunca quise enamorarme otra vez, estuve huyendo del amor por mucho tiempo, pero al conocerte me sentí tan bien que el miedo desapareció. Nunca pensé encontrar a alguien como tú, una persona que me pueda entender y hacer feliz. Un amor lleno de equidad, donde los dos somos responsables de la fortaleza de esa relación.
No sé cuánto tiempo durara y no me importa. Lo único que quiero es vivir este emocionante etapa de mi vida a tu lado hasta el momento que ya no haya más capítulos en la historia.