Saber que encontramos al amor de nuestra vida es lo más maravilloso que podemos sentir. Sin emabrgo, por diversas razones llega un momento que tenemos que dejarlo ir, o bien marcharnos.
Luego de ello, nos sometemos en una búsqueda constante en donde nadie llena nuestras expectativas y nos resulta fácil poder descartar. Pero debemos tener bastante cuidado porque podemos caer en una eterna búsqueda no tanto de una persona igual o parecida, sino de lo que nosotros fuimos y sentimos junto a esa persona.Debemos tener en cuenta que todas las personas que pasan por nuestra vida, lo hacen por una razón: con ellas aprendemos, sentimos algo, y esto será único… Además nosotros nunca seremos los mismos de ayer, nunca sentiremos por otra persona lo que en su momento sentimos por el que podríamos llamar el amor de nuestras vidas.
El amor no es una competencia donde evaluemos con quien sentimos más o menos. El amor se construye, paso a paso, debemos dar de nosotros lo mejor, esperando recibir lo mejor, el que piensas que es el amor de tu vida, si no está contigo en este momento es sencillamente porque probablemente no lo era.
No te cierres las puertas a un nuevo amor. No seas impaciente y espera el amor, sin comparaciones, sin expectativas ideales, soltando el ancla del pasado y abriéndote a tu presente con la mayor disposición posible.Cuando te dejas libre al amor, quizá éste te sorprenda mostrándote que estabas en un error y que ahora sí vives lo que en realidad podrás titular, en caso de que lo desees, como el amor de tu vida.
Fuente: Mujer