La posición de los millennials con respecto a no tener hijos, va mucho más allá de una simple moda o tendencia.
Aunque de principios, parezca una idea vaga y sin argumentos, la postura de no querer traer más niños al mundo tiene diferentes razones de ser; acá hay algunas de ellas, las cuáles, a pesar de las diferentes opiniones que tengan la sociedad, estas tienen mucho sentido:
- Nuestra generación siente un verdadero compromiso con el planeta y está consciente de que traer más hijos al mundo es prácticamente un sinónimo de contaminación a mayor escala.
- Si se analiza detenidamente, cerca del 52% de los millennials ganan apenas lo suficiente para subsistir —casi en la miseria— por sus propios medios. Básicamente tener un bebé sería como condenar a una persona a la pobreza total.
- En un mundo que exige estar cada vez más preparado, estudiar debe ser la prioridad número uno para cualquier persona. Aunque es posible, las posibilidades de que se pueda estudiar y mantener un niño —todo por cuenta propia— son muy escasas.
- Llevan toda su vida escuchando horrores sobre el dolor y las consecuencias del embarazo; así que simplemente deciden saltarse esa «terrible» etapa.
- Tanto sus padres como los medios masivos de comunicación los han preparado para un estilo de vida bastante frágil e individualista. De una forma u otra, tener hijos rompería con esa idea de la vida perfecta.
- A pesar de que sus padres creen que es egoísta no tener hijos, algunos jóvenes piensan que es mucho más egoísta empujar a un ser humano a vivir en un mundo donde las posibilidades de crecer personal y profesionalmente son escasas.
- Su mente más abierta les ha permitido ver que hay más de una forma de tener una familia, muchas de la cuales no necesariamente incluyen la figura de un hijo.
- Pensar que, en la vejez, el retiro será un verdadero problema, necesariamente implica creer que, de tener hijos, estos estarían heredando esa inestabilidad económica y laboral a la que ya se está sometido. Incluso podría ser peor.
- Al ser más conscientes de sí mismos, muchos millennials saben que sus inseguridades y miedos le van a causar daño a un niño.
- Frente a un mundo que abre y cierra puertas constantemente, muchos jóvenes prefieren no arriesgarse a un mundo con menos oportunidades de realización.
- Hablando específicamente de México, las mujeres fueron criadas en familias donde la llegada de un hijo es sinónimo de privaciones. En ese sentido, la maternidad es vista como una barrera para la autorrealización.
En conclusión, sea cuales sean las razones, tener un hijo en estos tiempos, va más allá de ser una bendición, podría no ser la mejor opción para la sociedad en la que le tocó vivir a los millennials.
De modo que, si no se encuentra una manera de enderezar el presente; traer a más personas a que sufran con nosotros el futuro sería un acto egoísta y desconsiderado para todos.