Cuando hablamos de infidelidad, pensamos que las personas que la comenten son completamente felices o que siempre se salen de la suya, que no pagan suficiente por el daño que han provocado a otras personas y que sacan solo beneficios de mantener una vida alterna. Todo parece color de rosa, excepto por una realidad que afecta directamente al corazón, y no, no hablo de un tema romántico, sino de una enfermedad.
Amin Doalah, doctor que realizó el estudio, afirma que los hombres infieles son más propensos a sufrir de enfermedades cardíacas. Él llega a esta conclusión luego de realizar un análisis a más de 700 participantes en Arabia Saudita, lugar donde es prácticamente legal la infidelidad, y donde descubrió el enorme estrés que supone el tener vidas alternas.
Ya de por sí, tener una sola relación parece una tarea complicada que puede causarnos estrés, ahora imagina dos o más. Esto se debe a que esconder engaños es una de las principales causas de estrés en el mundo, y la mayoría de los hombres buscan amantes jóvenes, lo que hace que sientan un sobre cargo de responsabilidad por sus acciones y sobre todo por intentar satisfacerlas en la cama.
Hay que destacar que el estudio se concentró en detectar solamente las enfermedades provocadas por el estrés de llevar vidas alternas o ser infieles, pero además de ellos, hay que tomar en cuenta el riesgo de contagio por enfermedades venéreas, lo cual aumenta exponencialmente por cada persona con la que esté.
Cuando una persona se somete a altos niveles de estrés, el ritmo cardiaco sufre tumbos que puede desembocar en enfermedades relacionadas con el corazón. Esto a largo plazo, aumenta las posibilidades de sufrir un ataque cardiaco a una edad más temprana o sufrir incluso de trastornos como la ansiedad.
La comunicación siempre será el pilar fundamental de todas las relaciones. Una traición no solo termina con la esperanza de una persona que tenía una gran fe depositada en ti, sino que también disminuye tu calidad de vida en cuanto a la salud.