Probablemente muchas veces has escuchado sobre que la felicidad no tiene precio, sin embargo, existe un estudio realizado por la Universidad de Purdue, USA, el cual sugiere que, para ser felices, también se necesita dinero y que es una herramienta necesaria para alcanzarla y, por consiguiente, hay algunos factores que son determinantes para saber cuánto se necesita, en el ámbito económico, para ser felices son: el estilo de vida, el género y la educación.
Este estudio fue publicado en la revista Nature Human Behavior, y expresa que el precio de la felicidad puede variar dependiendo del sitio en el que te encuentres a nivel mundial. Por ello, se realizó una encuesta a más de 1,7 millones de personas de 164 países para poder observar qué es lo que les hace felices y de qué forma ellos piensan que se puede obtener la felicidad.
Esta investigación ha comprobado que la felicidad sí tiene un precio, debido a que mantener un nivel de vida hace que las personas sean felices y, en América Latina se necesita aproximadamente 35 mil dólares de ingresos anuales por persona.
Y por muy extraño o increíble que parezca, este estudio también encontró que quienes ganan más de 95mil dólares al año, tienen una inestabilidad material, debido a que entre más se tiene, más se quiere, ya que cuando los ingresos son mayores se empieza a adoptar un nuevo estilo de vida al que las personas se acostumbran y por ello siempre se busca tener algo más.
Cada país tiene una cifra distinta debido a que cada nivel de vida es diferente, también por el hecho de que unos son más desarrollados que otros. Por ello, en Europa occidental, el este de Asia y Norteamérica, el nivel de vida es más exigente y, por lo tanto, las personas requieren de mayores ingresos para sentirse felices.
Incluso, para mantener una estabilidad emocional, generalmente las personas buscan tener la misma cantidad de ingreso mes con mes, debido a que eso les da la seguridad de poder vivir mejor a diferencia de quienes tienen un ingreso que puede variar porque tienen que adaptarse a su ingreso y su nivel de vida. Para estas personas también cambia el nivel de vida porque a veces deben apretarse el cinturón con los problemas financieros al igual que las personas que viven endeudadas.
En cuanto al nivel educativo, también hay un precio, pues las personas que tienen un grado de educación superior, requieren de 113 mil dólares, mientras que las personas que tienen niveles de estudio menores, son felices con 70 mil dólares anuales, esto porque saben que dependiendo del nivel de educación tendrán un salario mucho mejor.
Los especialistas han indicado que las cifras pueden ser volubles debido a que no todos los países tienen el mismo nivel económico y no todas las personas pueden acceder a estos recursos anuales, ya que la situación socioeconómica no es la misma.
Para finalizar, la felicidad es variable para cada persona y a veces existen personas que afirman que la felicidad no tiene precio, pues este estudio revela que, efectivamente, aunque no sea la única manera para llegar a ella, es una herramienta necesaria para hacerlo y sentirse cómodo en la vida.