Al contrario, los celos patológicos o enfermizos nos quitan demasiado tiempo de nuestra vida en general, y nos hacen sufrir demasiado tanto si somos celados como si somos los celosos. De igual manera, responden a creencias fijas de que el otro nos está engañando o nos va a dejar porque sí, y gastamos toda nuestra energía en retenerlo, aún a costa de nuestras otras responsabilidades.
Si no te queda muy claro de qué van las conductas de los celosos patológicos, las más resaltantes son:
- Creer en ciertas cosas maliciosas aunque no exista prueba de ellas
- Suelen ser abusivos y demandantes
- Mantienen un control excesivo de lo que su pareja hace
- No soportan estar alejados de su pareja ni un minuto
- Buscan cualquier excusa para culpar al otro de que les engaña
- Su angustia por la pareja afecta negativamente sus relaciones con los demás
- Sufren muchísimo por no poder disminuir o eliminar sus pensamientos obsesivos sobre los celos
¿Todos podemos llegar a sentir celos patológicos?
Técnicamente sí, pues nadie está exento de hacer interpretaciones erróneas de la realidad. Sin embargo, debes estar alerta ante ciertas personas cuyas características les hace mejores candidatos a este padecimiento:
- Quienes son muy paranoicos por todo
- Aquellos que han vivido repetidas situaciones de infidelidad sea en relaciones anteriores o en la actual
- Quienes vienen de familias disfuncionales en las que el fenómeno de la infidelidad es algo cotidiano
- Personas con autoestima baja, que no se creen suficientemente buenos como para mantener a alguien a su lado sólo por quienes son y se desviven por hacer cosas de más para compensar
¿Es posible curarse de ellos?
Totalmente. Una vez que ya has entendido las diferencias entre celos normales y celos enfermizos, ya has dado el primer paso para reconocer la enfermedad. Si te sientes identificado con lo que has leído o tu pareja está pasando por esto, lo primero que debes hacer es buscar ayuda profesional tanto individual como en pareja, pues sin el apoyo especializado no podrán salir solos de esta.
En una terapia lo que se hace es identificar más detalles acerca de la situación: cuándo empezó, qué lo desencadenó, cuánto tiempo lleva, qué tipos de pensamientos obsesivos se tienen, qué cosas específicas se hacen para calmarlos, entre otros detalles. También es importante buscar apoyo en los seres queridos, sean amigos o familiares, pues habrá momentos en los que será vital sentirse acompañado.
Es comprensible que muchos hagamos de todo para mantener cerca a esa persona especial, pero también es importante echar un vistazo a lo que nos ocurre o lo que le ocurre a nuestra pareja para saber si somos víctimas de este tipo de celos o estamos en riesgo de serlo. Estate siempre alerta ante estos signos, pues mientras más temprano los detectes, la ayuda que busques será más efectiva.