Hay distintas clases de infidelidades y los sexólogos las seleccionan sus causas en 5 categorías: falta de autoestima, insatisfacción en la cama, desgaste en la relación, ánimo de “atentar” deliberadamente contra la pareja y fácil hedonismo.
Las causas de las infidelidades pueden ser múltiples, casi tantas como los sujetos que las ocasionan. Sin embargo, las más susceptibles de quedarse en un tropiezo puntual son esas que se generan cuando se atraviesa un estado anímico cercano a la depresión.
“Algunos temores que enfrenta un infiel”
- Miedo a quedarse solos:
Sí, no tiene mucho lógica. Están con una persona, pero por miedo a la soledad, buscan la compañía de otra persona. Una ecuación un tanto complicada y difícil de comprender para aquellas persona que no son infieles y no padecen de este temor.
“Estaba aterrorizado de resultar herido, y a través de mi infidelidad, yo era capaz de evitar ser vulnerable dentro de mis relaciones. Sentía que si le mostraba mi vulnerabilidad a mi pareja y ella me abandonaba, eso me destruiría.
Mi infidelidad fue, por lo tanto, una manera de evitar sentirme vulnerable y susceptible de ser herido.
La infidelidad fue mi manera de tener un plan B de respaldo, por si acaso ella me dejaba. Yo, erróneamente, pensaba que al mantener varias opciones románticas, yo nunca sentiría la devastación que viene con la angustia y, posteriormente, la soledad”, argumenta Billy Johnson, redactor de The Good Man Project.
Yo sé, es casi difícil de entender y de poder colocarnos en sus zapatos, pero claramente el miedo a sufrir que ellos tienen es mucho más fuerte que el pánico a causarle dolor a alguien más.
- Miedo al conectarte emocionalmente con alguien:
“Cada vez que comenzaba una relación nueva con la intención de serle fiel, sólo podía serlo hasta que mes sentía emocionalmente conectado a ella; y el pánico volvía”, añade Johnson.
Muchas personas nos preguntamos si los infieles verdaderamente aman, o si se enamoran de verdad. Puede que no todos sean capaces de amar, fácilmente por que no se lo permiten.
Saben muy bien que si se enamoran, se volverán mucho más vulnerables y no tienen ganas de sentir dolor.
- Miedo a que los engañen:
Sí, al cazador, le da temor ser casado. No le tienen terror a ser descubiertos, porque llanamente habitan en una realidad que ellos solamente pueden observar, pero que en si no existe para el resto del planeta.
Conocen bien el dolor que le ocasionan a esa mujer, lo conoce tal cual a la perfección justamente porque le tienen temor, y porque saben bien que es un dolor totalmente insoportable, pensar en la idea de que sus parejas los engañen, es su máxima pesadilla.
Irónicamente, ellos no desean probar de su propia medicina, y aunque según ellos teniendo otras mujeres o hombres como plan B, C, D y lo demás del alfabeto, no sentirán ningún dolor, profundamente saben que no resistirán para nada el dolor.
Cada vez que se sienten vinculados emocionalmente a una mujer, empieza la cacería por una segunda víctima para completamente seguro que no saldrán perdiendo.
- Miedo a tener algún día que admitir que nunca fueron felices:
Tristemente es una total verdad que sí o sí, todo ellos deberán confrontar tarde o temprano.