Típico que, al calor de ciertos estímulos, agarramos valor y nos aventamos a volver a contactar con él o con ella y decirle todo lo que nos pasa por la mente y el corazón en ese momento de ansiedad y debilidad, en el cual somos presa fácil de la vulnerabilidad que deja una relación que termina cuando menos lo deseábamos.
Si se desea plantear algo formal, es decir, serio, de verdad. Lo mejor es llamarle, pedirle para sentarse a conversar, plantearle cómo nos sentimos, y si aún hay conexión en las emociones y realidades, pues adelante. Pero escribir por escribir, sin ninguna intención clara, no es una sorpresa bonita.
Por tal situación, en el presente artículo, explicamos qué significa que nos den ganas de escribirle a nuestro ex, básicamente se trata de que no hemos cerrado el ciclo, así que antes de hacerlo, es mejor pensar que ya es momento de soltar. Por lo que, nunca debemos escribirle a nuestro ex en estos momentos:
- Cuando ya pasó mucho tiempo desde que terminó la relación: Nada peor que reaparezca en la vida alguien que ya está superado por la ex pareja, pero que no él lo supera. Es una sorpresa bastante desagradable que la persona ya está en otra onda, mientras que la otra sigue clavada en un pasado que no será, creyendo que se le hará caso.
- Durante una fiesta: Si ya se esta bastante pasado de copas, lo mejor será que evitemos escribirle un «te extraño», pues lo mas probable es que nos arrepentiremos de este acto, ya que durante un exceso de alcohol, se desinhiben los sentimientos y eso facilita que la razón pierda frente a ellos, lo cual no siempre es lo mejor.
- En su cumpleaños: No hagamos que esa persona pase un día que debería ser de fiesta, en un estado de confusión e inquietud, pues estos suelen ser los sentimientos que genera una expareja que continúa buscando a la persona que amó.