El miedo es una emoción que puede hacer tomar malas decisiones. Por ello, es importante no dejarse llevar por los temores. El miedo es igual de peligroso que la ira, ya que ciega y entorpece el poder de elección de las personas.
1. Miedo a demostrar lo que sientes.
Decir “te quiero” o, “te amo”, parece fácil cuando hay una emoción que le corresponde y que nos hace querer expresar nuestro cariño. Sin embargo, el miedo a decir lo que se siente, puede privar a los amantes de esta acción. No decir lo que sientes, puede crear distanciamiento en la pareja, lo cual alimenta la desconfianza y el desamor.
2. Miedo a la ruptura
Cuando el amor es sincero, queremos que dure por siempre. La idea de un amor eterno es perfectamente posible, ya que las emociones trasciende más allá del tiempo. El miedo a que se acabe algo que queremos que dure por siempre, es completamente racional, pero no podemos dejar que se apodere de nosotros porque de lo contrario, estaremos centrándonos en la posibilidad de que haya un final, y no en el cómo evitar que ese final llegue.
3. Miedo a un nuevo amor
Todos pasamos por un desengaño que dejó secuela. Esta Cicatriz, muta para transformarse en desconfianza. El miedo a que nuestra pareja se enamore de un nuevo amor, es reflejo de una desconfianza, no en el otro, sino en uno mismo. No nos sentimos lo suficientemente capaces para que nuestra pareja se fije exclusivamente en nosotros.