Son muchas las situaciones que orillan a una mujer suplicar por amor a un hombre, aunque en ocasiones no este enamorada. Sin embargo, hay una línea que no se debe pasar. Y es que, en ocasiones se llega al punto en el que no se debe de poner nuestra dignidad a manos del ser amado. Rogar por amor no es la mejor opción.
No obstante, se pueden generar situaciones que llevan a que una mujer se arrastre por un hombre, entre las cuales destacan:
- Miedo a la soledad: Es una de las principales razones por las que muchas mujeres toleran situaciones que a veces no son de su agrado, como humillaciones y hasta infidelidades. En ocasiones es tanto el miedo a estar solas que aunque no haya amor, deciden estar al lado de alguien.
Se nos ha dicho que somos la media naranja de alguien y con esa creencia crecemos pensando que si no estamos en pareja no somos nada. De ahí el temor a permanecer solos.
- Solvencia económica: En ocasiones la pareja proporciona apoyo económico, por lo tanto perderla traerá consigo que se acabe esa ayuda, lo cual podría traer problemas. Esta es una de las poderosas razones por las que una mujer se aferra a un hombre. El saber que tiene que solventar sus gastos en solitario puede ser una carga demasiado pesada.
- Estatus social: Cuando una mujer se encuentra sin pareja, las posibilidades de que sea blanco de críticas aumentan. Algunas mujeres prefieren estar al lado de alguien que las hace infelices para no ser tachadas de «solteronas».
- Dependencia emocional: Se suele confundir el amor con muchas cosas, nos enamoramos no de esa persona, sino de las situaciones, en pocas palabras enamorados del amor. Muchas mujeres, sienten que sin un hombre simplemente no pueden vivir, y no tienen la voluntad necesaria para hacerse cargo de su vida ellas solas.
En algunas culturas el papel de la mujer es la de tener hijos, una familia y sobre todo apegarse a lo que el hombre dice, manda y sobre todo desea.