Son los ojos el espejo del alma, pues en tan solo una mirada, puedes descubrir grandes discursos y grandes mensajes. Una mirada habla mejor que cualquier palabra; suelen ser mágicas, pues sin decir nada, lo pueden decir todo.
“Por ser los ojos un punto vital del rostro del ser humano, es por excelencia el centro de atención y por supuesto el primer encuentro de la comunicación”.
“Una mirada encierra miles de sentimientos. Nos pueden demostrar enojo, alegría, complicidad y la mejor muestra de ternura y humildad”.
La mirada de un niño, por ejemplo, nos muestra lo hermoso de la inocencia y la humildad de lo sencillo. La mirada de una madre, demuestra un mundo inmenso de sentimientos. Los enamorados se comunican a través de la mirada.
“Lo que hace realmente hermoso unos ojos penetrantes es la mirada que entrega”.
Veamos entonces con el alma y a través del corazón, todo el universo que nos puede enseñar una mirada. Los ojos tienen un lenguaje propio y es un verdadero espejo de lo que somos.
Si tienes alguna duda de una persona y no sabes si te miente o no, la mejor prueba es mirarlo directamente a los ojos y saber leer su mente y su alma. Para eso es necesario tener unos grandiosos sentimientos de manera que puedas saber cómo se siente otra persona.
Nunca pierdas de vista esa mirada que tanto te encanta o que te da un discurso completo. Valora ese momento y disfrútalo al máximo, pues no todos saben hablar mediante la mirada y expresar sus emociones como también desahogarse.
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