Mucha de las personas quien a alguien sin esperar algo a cambio, tan sólo se sienten feliz de poder dar todo el amor que sienten a esa persona que tanto quieren. Sin importarles recibir lo mismo, cosa que está bien porque nadie debe dar con la idea de recibir algo a cambio, pero tampoco es abusar de esa bondad. Al menos por respeto y por el cariño que se le tiene debes ser agradecida y darle ese amor incondicional que se merece por quererte.
¿Es sano amar y dar sin condiciones?
Cuando nuestra pareja no aprecia lo mucho que haces por él, nos volvemos descontentos, insatisfechas y lógicamente frustradas por su comportamiento. Uno siempre espera algo, aunque sea un poco de reconocimiento por el amor que se les da. Si no recibimos nada, ni eso, nuestra vida puede volverse frustrante y amargada.
Las personas que se entregan sin condiciones nunca aprenden a poner límites, y muchas veces uno mismo le enseña a la pareja a que debe recibir todo y no hacer nada, porque inconscientemente le decimos que no tiene por qué darnos algo.
Muchas veces pensamos que si amamos incondicional nos sentiremos bien y seremos felices, o que amar así nos hará más valiosas para nuestra pareja. Son errores donde uno siempre suele caer, porque damos sin esperar nada a cambio, nos entregamos sin pedir ni exigir igualdad de derechos y obligaciones.
¿Estamos poniendo condiciones para todo lo que hacemos o damos?
Sin darnos cuenta le decimos “hago esto por ti, pero con una condición” incluso nos estamos poniendo condiciones a nosotras mismas, nos damos cuenta de eso cuando hablamos de nuestra autoestima, lo vemos también cuando estamos sufriendo por un amor fallido.
Es igual o parecido poner límites entre los derechos y obligaciones. La confianza se suele ganar con acciones, para conseguir lo que queremos o damos para poner en práctica buenas acciones. Pero siempre es necesario hablar, pedir, establecer las reglas necesarias en el hogar y en el trabajo. Es bueno poner condiciones y límites, incluso con las buenas relaciones de amistades que uno tiene, porque a un buen amigo se le quiere y se le aprecia, pero cuando se hace algo por ese amigo, das por hecho que esa persona se encontrará ahí cuando más lo necesites.