Los estereotipos y los prejuicios, lastimosamente, componen la realidad psíquica de la mayoría de los seres humanos desde tiempos antiguos. Si bien algunos se han superado, hay otros que se resisten al tiempo y con los años parecen renovarse con mayor fuerza. Uno de estos prejuicios va alrededor de la idea que tienen las personas acerca del colectivo LGBTI.
El significado de las siglas LGBTI es Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales. Por lo tanto, bajo este término se catalogan a todas aquellas personas que siguen una línea sexual que diverge de la heterosexualidad o una concepción de género distinta a la del nacimiento.
Antiguamente perseguidos con ferocidad, ahora los miembros del colectivo LGBTI son legalmente aceptados en la mayoría de los países del mundo, incluso con leyes que permiten que puedan disfrutar de derechos civiles anteriormente negados, tales como el derecho al matrimonio y a la adopción de hijos, entre otros.
Como nuestra intención es abrir paradigmas y conocer un poco más acerca de este grupo, a continuación presentamos algunos mitos y realidades acerca del colectivo LGBTI:
MITO: Las personas LGBTI no son normales y siguen una moda.
VERDAD: La orientación sexual y la identidad de género no son tendencias que se siguen, ni decisiones de vida, sino realidades de cada ser con las que convive. Según los expertos de la salud mental, esta condición ya no es considerada como un trastorno mental sino como una opción de vida.
MITO: Las familias LGBTI obligan a sus hijos a ser iguales que ellos.
VERDAD: No existe registro científico alguno que asevere tal afirmación. Al contrario de lo que pueda pensarse, los niños que nacen bajo el seno de una familia LGBTI seguirán la orientación sexual y/o el género que corresponda con su realidad biológica.
MITO: Todas las personas LGBTI tienen VIH/SIDA.
VERDAD: Totalmente falso. Esta enfermedad afecta a seres humanos de todas las razas, colores, credos, sexo y género sin discriminación. En algunos países, incluso, la población heterosexual es la más afectada y son los que tienen mayor taza de infección.
MITO: Todas las personas LGBTI son promiscuas.
VERDAD: Al igual que los heterosexuales, las personas LGBTI pueden ser promiscuas, monógamas, solteras o casadas, dependiendo de sus intereses y los acuerdos de fidelidad que construya con su pareja. Es relativo y va de acuerdo a sus preferencias, al igual que los heterosexuales.