Los medios de comunicación digitales han tomado un rol tan importante en la sociedad actual, el hecho de que alguien no responda un mensaje inmediatamente, genera sentimientos negativos en la mayoría de las personas.
Diversos estudios psicológicos han demostrado que el rechazo social de cualquier tipo activa las mismas vías de dolor en el cerebro que el dolor físico, lo que significa que existe un vínculo biológico entre el rechazo y el dolor.
Estar conectado las veinticuatro (24) horas del día es “la nueva habilidad humana para sobrevivir”. Lo que nos mantiene pendientes de nuestro teléfono a lo largo de todo el día, impidiéndonos descansar y desconectarnos por completo.
Cuando la otra persona, a la que le escribimos desaparece sin “dar una explicación”, muchas personas suelen incluso verse afectadas en autoestima.
La psicóloga Jennice Vilhauer, declaro esa como la verdadera daga. Ella califica el desaparecer como una forma de ley del hielo comparable a la crueldad emocional (el dolor que causa puede ser tratado con Tylenol, según múltiples estudios).
Si bien no existe una lista de características que determinen cómo se comporta una persona que suele dejar en visto, podemos darnos cuenta a través de sus comportamientos.
“Desaparecerse está muy relacionado con el nivel de confort de alguien y cómo manejan sus emociones”, agregó. “Muchas personas anticipan que hablar sobre cómo se sienten se tornará en una confrontación. Esa expectativa mental causa que las personas deseen evitar cosas que las hacen sentir incómodas”.
Cuando se trata de relaciones complejas, la facilidad y el volumen de la elección nos deja emocionalmente entumecidos, dijo Vilhauer.
El peor error que se puede cometer es enviarle muchos mensajes para que responda a esa persona, después de que esta dejó en visto la conversación. Se debe tener dignidad, ante todo.
Si esa persona deja en visto, pero responde a pesar de que se demora, probablemente así es su manera de ser y no se debe pretender cambiarlo, al contrario; se debe aceptar dicho comportamiento y aprender a lidiar con él.
Por otro lado, si siempre se le tiene que hablar a esa persona para que responda y aun así demora mucho en hacerlo, es muy probable que no le intereses lo suficiente y es mejor, aunque cueste un poco aceptarlo, dejar todo ahí.