Todos los seres humanos tenemos esa prima que es tan especial y cercana a nosotros que es casi como si fuera nuestra hermana de otros padres.
Todos contamos con una prima a la que adoramos con toda nuestra alma, como si se tratase de nuestra propia hermana, en quien podemos confiar a ojos cerrados, aquella que conoce cada secreto y que sabemos que nunca nos fallará.
Esto sucedo porque las primas de edad contemporánea desarrollan un acercamiento especial y se vuelven hermanas por el resto de sus días.
Esa persona representa la perfecta mezcla entre una mejor amiga y una hermana. Cuentas con el amparo de la familia y también es quien te ayuda a poner los pies sobre la tierra cuando es necesario.
Recuerda que debes apreciar a tu prima, pues se trata de un bello diamante.
Cuando no contamos con hermanos de sangre o existe una gran diferencia de edad con los mismos, las primas con edad contemporánea son quienes pueden ocupar ese espacio vacío que podría haber en nuestro interior.
Aquellas primas representan las personas en las que más podemos confiar, ellas nos dan las mejores opiniones y el lugar más seguro para desahogarnos.
Además, debemos recordar lo bien la pasamos con ellas, lo graciosas que son, y el gran equipo que conformamos juntas.
Cuando tienes una prima de edad contemporánea, también tenemos un confidente para siempre. Por lo que si tienes una o más de ellas en tu vida, debes estar muy agradecido.
Se trata de algo imposible de explicar la complicidad que existe entre dos primas de edades contemporáneas, pero es una gran alegría.