Las mujeres que tienen problemas mentales pueden llegar a alcanzar el 20% mientras que los hombres solamente llegan al 14% debido en gran parte a las condiciones laborales y familiares.
La salud mental de las mujeres trabajadoras se ve más perjudicada que la salud de los hombres. Así lo demuestra el estudio “Desigualdades en la población trabajadora de España”, basado en la Encuesta Nacional de Salud. En específico, las mujeres que trabajan pueden llegar a presentar síntomas de ansiedad, depresión que pueden estar ligados al estrés laboral, el descontento con respecto a su empleo y la desigualdad salarial que tienen, lo cual es considerado un factor bastante relevante.
Los aspectos que son más diversos y llamativos son la edad o el estatus social que también tienen un fuerte impacto en la salud mental de las mujeres. Este estudio resalta precisamente el incremento de un perfil: el de las mujeres de edad media con hijos mayores e independencia económica. Algunas mujeres pueden llegar a verse realmente perjudicadas por la ausencia de apoyo y esto hace que se aíslen del mundo, lo cual incrementa los niveles de depresión en ellas. Igualmente, la falta de satisfacción con respecto al trabajo es una de los aspectos que tiene más impacto en los síntomas de depresión. El riesgo que pueden tener de sufrir trastornos mentales se duplica en el caso de las mujeres, las cuales alcanzan más del 34% frente al 17% para los hombres.
Estos resultados completan las desigualdades entre hombres y mujeres que persisten en el ámbito laboral. Según un informe anual emitido por el Foro Económico Mundial, el cual fue publicado el pasado mes de noviembre, revela que un siglo puede ser necesario para cerrar la brecha. En España, puede estimarse que las mujeres dedican 26,5 horas a la semana al trabajo y a las tareas domésticas y cuidados familiares, los cuales compiten contra las 14 horas por los hombres.
Esto ha demostrado que la desigualdad actualmente es bastante evidente. Mientras un hombre solo gasta física y mentalmente 14 horas de su vida semanal, las mujeres casi duplican esta cifra debido a que todavía se les encarga los asuntos del hogar y las tareas no remuneradas. Pues la lucha por los derechos de la mujer todavía sigue a flote hoy en día gracias a que, además de que las mujeres hacen todas estas cosas en la semana, hay una diferencia salarial bastante grande, lo cual no recompensa en lo absoluto lo que las mujeres gastan física y mentalmente todos los días de su vida.