Todos alguna vez hemos conocido a esa persona que siempre se muestra muy segura y alardea todo el tiempo de ello. Con la cabeza en alto, parece que puede saberlo todo y que lo demás jamás llegaremos a estar a su altura. Estas personas son reconocidas por aquellos aires de superioridad. Creen que son mejores que los demás y a su lado siempre tienen personas que los idolatran y aquellos que serán sus víctimas.
La modestia no es un rasgo que vaya a caracterizar a estas personas. Ellas siempre van a verse orgullosas y fanfarronas de todo lo que puedan hacer que las destaque de los demás. Pero siempre hay algo más profundo, algo más allá y es que, eso normalmente puede ser una máscara de una inseguridad gigante que invade su cuerpo.
Recordemos a aquellas personas que les hacen bullying a los demás. Realmente no son tan fuertes como parecen, debido a que necesitan que alguien más esté por debajo de ellos para sentirse ganadores. No son tan valientes como pensamos, tienen grandes problemas y ocultan lo que realmente son.
Lo mismo ocurre con las personas que tienen grandezas de superioridad. Detrás de todo el desprecio que muestran hacia sus amigos, se esconde un problema peor que intentan ocultar. Una situación que alimentan poniéndose una máscara repleta de una falsa seguridad pero que nunca va a ser saciada, porque viven dependiendo de la necesidad de sentirse seguros de sí mismos, pero que en realidad no es así.
Las personas tienen una capacidad muy grande para negar los problemas que los abordan, en ocasiones, teniendo la realidad ante sus ojos, las niegan por temor o vergüenza. En el caso de que las personas con aires de superioridad, el problema es esa inseguridad que está detrás de ellos.
Estas actitudes son plantadas desde pequeños, por ello siempre hay que tener sumo cuidado con la educación de los hijos, debido a que, como se comporte, será la manera en la que se comportará en un futuro. Si hace bullying, probablemente vaya a querer humillar a los demás después y si es sumiso, es bastante probable de que le estén sembrando inseguridades desde pequeño. Por eso, la palabra respeto es fundamental en la enseñanza de los niños, debido a que si les hablamos de respeto, en un futuro no tendrán ese problema. Podrán quererse a sí mismos y tener una autoestima estable, sin faltarle el respeto a nadie más.