Nina Antwood, una psicóloga reconocida que trata temas de pareja, plantea que quedar como amigos luego de terminada una relación, puede ser un reto colosal y existe una gran posibilidad de que ambas partes tengan un estancamiento emocional que les impida crecer como personas.
Este “quedamos como amigos”, nos impide sufrir una pérdida completa y cerrar el ciclo con el pretexto de suaviza la ruptura, haciendo las cosas más difíciles para ambos en realidad.
Sin embargo, esto va ligado a la manera en que las cosas terminen, y por supuesto, nos referimos a las peores, como una infidelidad o una enorme mentira.
Así pues, tenemos dos escenarios. De un lado, tenemos a aquellos que creen que todo saldrá bien después de la relación, mientras que intentamos estrechar lazos con la persona que nos lastimó. Por otro, están los que consideran que, para que salgan bien las cosas, deben alejarse y evitar cualquier tipo de contacto con el pasado.
Las personas maduras van por el segundo escenario, y esto se debe a dos razones:
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Cierre del ciclo.
Como mencionamos, mantener lazos con tus ex, te impide cerrar ciclos. Una persona madura está consciente de que cerrar ciclos es crecer. Mientras sigamos dando vueltas en un drama que ya no tiene solución, nos vamos a quedar estancados y nuestro carácter y personalidad no podrá crecer.
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Miedo a estar solas.
Las personas maduras no temen a la soledad, y, de hecho, el estudio de la Universidad de Oakland, dirigido por la psicóloga Antwood, demostró que la mayoría de las personas que no cierra el ciclo y estrecha lazos de amistad con sus ex, es por el temor de estar solas.
Ese temor puede ser fatal para nuestra estabilidad emocional y puede convertirse en una conducta adictiva que no nos permitirá crecer.
Hay que amarse tanto que la soledad nos parezca atractiva cuando nuestras relaciones van en picada.
Por ello, las mujeres maduras reconocen que hay que cerrar ciclos y estar solas cuando hace falta.