El mayor temor de la mayoría de nosotros los humanos es quedarse solos. Ese miedo a la soledad y no tener a nadie lo tomamos muy en serio y lo agarramos como prioridad.
Lo peor del caso es que no nos damos cuenta que la mejor compañía es la de nosotros mismos y cuando nos perdemos a nosotros es cuando de verdad quedamos solos, de resto no.
En las relaciones de pareja es más común este temor y es algo completamente normal. Nos imaginamos como sería nuestra vida sin ellos y la soledad que nos produciría a tal punto de caer en depresión. Sin embargo, no hay que ponerle mucho énfasis a eso ya que ese temor se puede volver una obsesión y terminar creando tú mismo la ruptura amorosa.
Descubre un poco más sobre las consecuencias del famoso temor a la soledad.
Primero que nada, la causa principal a esto es el apego.
Cuando formalizamos una relación se crea un vínculo y un apego bastante grande. Compartimos momentos, risas, llantos, muestras de cariño, unidad, etc.
Todo esto crea un apego bastante grande y por ende querrás pasar más momento con ellos.
Sin embargo, a veces tememos a apegarnos mucho con una persona o agarrarle cariño por la simple razón de que nos ponemos a pensar en el futuro y en qué pasaría si se van en algún momento y el gran vacío que nos puede dejar.
Esto puede ocurrir por muchas cosas:
Una de ellas es porque quizá en la infancia esa persona vivió momentos crudos y recibió abandonos de personas especiales, sufrió bastante cambios y por ende nunca hubo estabilidad, cosa que lo hace inestable e inseguro.
Otra razón es porque la persona puede ser muy insegura y piensa que su pareja lo abandonará porque no le pareció suficiente. Esto crea el miedo a que se quede sola y no tenga a más nadie en su vida.
El miedo a la soledad, el miedo a encariñarnos se produce por estas cosas y por otros traumas que quizá haya vivido la persona, quizá desde pequeños.
De hecho, todo lo que vives en tu infancia queda marcado en tu vida, tanto momentos buenos como malos, y los malos siempre regresan para recibir una señal de alarma y un escudo para no volver a pasar por lo mismo.
Estas personas que tienen miedo de quedarse solas que como ya dije anteriormente, son inseguras, al tener a una persona que le demuestre que se quedará ahí y que le ame con profundidad lo tomarán como una trampa y no se lo creerán, terminarán menospreciando y se crea el ciclo de la soledad, de nuevo.
Las consecuencias de este horrible temor crean emociones y sentimientos que son sumamente tóxicos. En estos se encuentran:
– La depresión, la inseguridad, y la desconfianza.
Crean un nivel de depresión y de inseguridad en sí mismos por el mismo temor de ser rechazados y como tampoco están bien de la cabeza tienen la idea de que nadie los quiere ni los querrá, cosa que es super falso.
– Ira, amargura, rencor.
Estas personas suelen actuar por impulso y la mayoría de las veces están enfadadas o amargadas, siempre guardan rencor por la más mínima cosa ya que están siempre a la defensiva y piensan que las personas la detestan.
Lo mejor para estos casos es ir a un psicólogo, te ayudará mucho, y con esto no quiero decir que estés loco, no. Los psicólogos te ayudan a mejorar tu conducta, darte a entender lo que realmente vales y que no necesitas a nadie en tu vida para ser feliz, la soledad también es bonita.