Skip to content

Utopico

Menu
Menu

LA TEORÍA DEL YA

Posted on March 16, 2017 by admin

“Come cuando quieras comer, qué más da que sean las cinco de la tarde”.

Cuando él me dijo eso, yo pensé lo mismo de siempre: que su reloj no iba a la misma hora que el mío. Pensaba que su vida era un absoluto desorden. Sus teorías y sus valores. Que todo lo tenía del revés. Que no tenía ni idea de lo que era llevar una vida responsable, con obligaciones y horarios.

Me podría decir misa, pero yo comer, comía a las dos de la tarde. Hombre ya. Que no es que fuera yo muy cuadriculada en ese sentido, pero bastante desastre era ya para algunas cosas como para alterar también el orden de las comidas. Bastante alterada andaba yo ya. Él bajaba pulsaciones mientras que yo las doblaba. Me pegaba verdaderas carreras llegando a tiempo a todo, mientras que él esperaba sentado en el sofá.

Pero la cuestión real no era esa, no era que yo me alterara por cosas como que él comiera a las cinco y yo a las dos. La cuestión era que él era como era. Y yo era como soy. Pero yo intentaba que él fuera como yo era, y él quería simplemente ser.

Pasaba que, cuando yo iba en tren hacia el norte, él bajaba en avión hacia el sur. Nos cruzábamos a mitad camino. Nos dábamos un par de besos. Y unos cuantos para siempres. Y otros pocos para nuncas.

c0d354ed14c29549d2c88ab7dc1dff28

–Para siempre: A mi me enseñaron que el amor es para siempre. Quien dice amor, dice relaciones. Pero, ¿sabéis qué? Ahora creo que lo único que mantenemos hasta el fin de nuestros días son nuestros defectos. El para siempre es para soñadores, para poco realistas, para palurdos.

–Para nunca: No sé, tampoco creo mucho en el nunca. Nunca digas nunca. Nunca digas de este agua no beberé ni este cura no es mi padre. El nunca es sólo un muro, una excusa para los cobardes. El nunca es una depresión.

Solución: Ni siempres ni nuncas. Eso pasaba con nosotros. Que ninguno se atrevía a mojarse el culo para coger los peces que nos hacían falta para que nuestra historia tirase. Tirar. ¿Pero para qué tanto tirar? Si a veces no sirve de nada. Si la mayoría de veces, cuando algo ha de tirar, tira por sí solo.

Pero tiramos de corazón, de todos modos. Estirándolo. Como si nos fuera la vida en ello. Como si fuera el último bus, ese que si pierdes te toca volverte andando.

A veces, el mejor camino es cambiar de dirección.

Y relajarse.

Así que haz la vida a tu manera, despacito, como se bebe una buena copa de vino o se da una un buen baño de espuma. Disfruta las horas despacio, como te gusta que te toquen el pelo o te hablen al oído. Hazlo todo despacio, que rápido nunca se llega.

De hecho, rápido no hay nada que llegue y mucho menos algo tan inexplicable como el amor verdadero.

Que nadie te agobie. Hay muchos trenes. Hay mucho amor ahí fuera. Hay muchas cosas lentas por vivir la mar de divertidas. Hay mucha gente a la que no te hará falta querer cambiar. Y sobre todo, llegará un día, aunque ahora lo veas lejano, en el que estarás tan bien, que no te querrás cambiar ni a ti misma.

Y hazme caso. No sientas tanto y siente bien.

Fuente: La chica de los jueves

 

TAMBIEN TE PUEDE GUSTAR

Leave a Reply Cancel reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Recientes

  • Así fue el lamentable día en que Chespirito le fue infiel a su esposa con Florinda Meza
  • Christian Nodal reacciona al nuevo tema de Cazzu: ¿Qué dijo en Instagram? 
  • ¿Por qué Victoria Ruffo no pasó la Navidad con Eugenio Derbez? Esto dijo la Reina de las telenovelas
  • 10 razones por las que no debes tener miedo a los errores
  • ¿Cómo reconocer a un vampiro emocional?
© 2025 Utopico | Powered by Minimalist Blog WordPress Theme