Expertos han elaborado numerosas investigaciones con el fin de descubrir los procesos mediante los que se perciben los olores.
Nuestra existencia se forma en un entorno en el que nos envuelven moléculas que pueden ser olidas, conocidas como odoríferas, elaboradas por la naturaleza o en la actividad humana.
Estas se consiguen compuestas por múltiples moléculas y cada una de ellas enciende diferentes receptores específicos, de modo que se genera un código combinatorio que desarrolla el patrón odorífero de una sustancia.
Estos patrones son los que brindan la base de nuestra capacidad de reconocer y recordar múltiples olores diferentes, e incluso de crear una respuesta hacia ellos.
Estudios acerca de cómo las personas perciben los diferentes olores.
El profesor Edward Hall, autor del libro “The Hidden Dimension”, y el doctor Harry Wiener, físico que trabaja en el laboratorio Pfizer en Nueva York, han creado una hipótesis asombrosa aclarando que las personas pueden percibir olores más allá de aquellos olores de los que tienen conciencia.
Se quiere mencionar que existe un sentido olfativo subconsciente, el cual se debe a que los olores son mensajeros químicos externos, que contienen aminoácidos y hormonas esferoides nombradas feromonas.
Estas son de gran importancia en los animales y son excretadas por el cuerpo humano enviándose a través del aire para penetrar en el cuerpo de otros individuos y ser captada a través del olfato.
Las investigaciones sobre personalidades más importantes en esta área, los de Harry Wiener y Flora Davis, son dirigidas en este sentido. Wiener llama la atención sobre un nivel olfativo subconsciente al que denomina “Mensajero Químico Externo (MQE)”, que vendrían haciendo las feromonas.
Hace destacar que los MQE son sencillamente un canal de comunicación y, por lo general, un canal menor comparado con la vista y el oído.
La teoría MQE puede mostrar por qué en general las emociones se contagian en las multitudes; y daría la explicación al suceso de que las mujeres parecen tener aguzado el sentido del olfato durante el periodo de ovulación, que les permite detectar los mensajes olfativos del hombre.
¿El olfato tiene conexión con la esquizofrenia?
Wiener, considera que los MQE pueden explicar algunos diferentes tipos de esquizofrenia. Se ha indicado que esta enfermedad con recurrencia entraña irregularidades de la percepción, como ver cosas sobrenaturales y a veces, un gran sentido del olfato.
A parte, los esquizofrénicos tienen una manera precisa y alarmante de sentir las emociones extrañas de los que los rodean y se ha señalado que obtienen un olor especial alrededor de ellos.
Este olor es captado por las ratas, en una investigación realizada por el equipo de investigadores de St. Louis se ha logrado aislar el ácido transmetilhexanoico que ocasiona este olor.
La primordial recomendación que hace Wiener sobre su teoría de la esquizofrenia es que algunos de las personas esquizofrénicas no solamente emiten MQE anormales, sino que perciben de manera consciente los MQE de otros individuos.
Él piensa que si realmente existe una comunicación química entre los seres humanos, los esquizofrénicos son conscientes de su efecto.
¿Qué relación tiene el olfato con el amor?
Hay expertos que afirman que el olfato resulta primordial para generar el enamoramiento. El caso de Alonso Fernández Guasti, adscrito al área de Fisiología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav). Se deriva de un estudio que se hizo en la Universidad de Berna, en Suiza, donde se pidió a las alumnas oler camisetas sin lavar de hombres extraños y clasificarla según lo placentero que se les presentara los olores.
Los resultados demostraron que las mujeres hallaban más agradable el olor de los hombres con feromonas de tipo diferente al suyo. Lo extraño era que si las mujeres estaban tomando la píldora, les gustaba más el olor de las feromonas del mismo tipo que el suyo.
Otros estudios del Instituto Ludwig Boltzmann de Viena, Austria, mencionan que aunque los hombres no sean conscientes de que la mujer está ovulando, pueden captar el aroma y responder con un aumento de testosterona.
De acuerdo con Alonso Fernández Guasti, el hombre se siente más atraído hacia la mujer cuando ella está ovulando. Expertos de la Universidad Cardiff y del Instituto Max Planck, en Alemania, mediante evaluaciones con animales verificaron que los machos que habían sido rechazados por las hembras eran aceptados luego que les cambiaba el olor.
Debido a que la capacidad olfativa de la mujer durante su menstruación, este aumenta en su máxima aptitud en la mitad del mismo, cuando su nivel de estrógeno se incrementa coincidiendo con el momento de la ovulación, algunos expertos han recomendado que es posible emplear como índice el ciclo olfativo de la mujer como una fácil medida de manejo de la natalidad para determinar el momento de la ovulación.
Así también se ha presentado que las secreciones externas de una persona pueden actuar de manera directa sobre la química del organismo de otro, mediante los estudios creados por la doctora Martha McClintock de la Universidad de Harvard, quien al investigar los ciclos menstruales de las alumnas que vivían en el campus encontró que los ciclos de las que eran muy amigas estaban sincronizados, debido a que la proximidad física por la que se producía la transmisión química por el olfato.
Estos estudios nos dan la certeza de que el ser humano está compuesto por una serie de sistemas perfectos que le permiten actuar de diferentes maneras ante el problema en el que estén.
También nos da a notar cómo hemos subestimado nuestras capacidades, al no darle la atención a uno de nuestros sentidos, como es el olfato. Su gran función aún no se entiende por completo, pero nos confirma que nuestro cuerpo es una obra de ingeniería increíble.
Este sentido no sea valorado lo suficiente, ya que no sea permitido relacionarnos con personas opuestas para mantener los ciclos reproductivos de la especie, guardar recuerdos de hace mucho tiempo, saber los estados emocionales de quienes nos rodean, compartir estados biológicos por la proximidad física, y hasta los resultados de las investigaciones nos enseña que el amor no entra solo por los ojos, sino también por la nariz.