Los islandeses celebran cada año en Navidad el jolabokaflod, cuyo nombre se podría traducir por “inundación navideña de libros”. Esta tradición consiste en regalar libros, leer y tomar chocolate caliente.
Después de la cena familiar del 24 de diciembre, es el momento de la lectura junto a la chimenea con, muy a menudo, la última novela policíaca de Arnaldur Indridason, un éxito de ventas en su país natal casi continuamente desde 2000.
Esta tradición nació tras la II Guerra Mundial y la independencia de Islandia frente a Dinamarca. Por lo que el papel era uno de los pocos productos que no estaban racionados en el país.
Por ende los libros se convirtieron en el mejor regalo posible por Navidad. Se calcula que más de la mitad de Islandeses leen 8 libros al año, con un índice lector de más del 85%.
Islandia, el país menos poblado de Europa, es en cambio el que publica más nuevos libros per cápita en el mundo, por detrás de Reino Unido, según la asociación internacional de editores.