A veces vamos por la vida excesivamente entregados a la rutina. Nos hundimos en el trabajo, los hijos, la pareja, y no nos recordamos de esa persona que requiere nuestro cuidado más que cualquiera: nosotros mismos.
Es comprensible que la vida demande generar ingresos y mantener vínculos, pero si no nos ocupamos de nosotros mismos estaremos actuando como robots, sin darnos cuenta de lo que ocurre y sólo centrados en hacer y no pensar.
A ratos te das cuenta de que es cierto, y quieres intentar abrazarte de nuevo y escucharte, pero prefieres dejarlo para mañana porque hoy ya estás llena de responsabilidades con los demás. Y como en el pasado tampoco puede hacerse nada, hoy te invito a que te tomes el día de hoy, justo ahora, para reconocerte en todos tus aspectos y valorarte como la mujer que eres.
¿Y cómo hacer eso? A continuación te ofrezco ese empujoncito que necesitas en cuatro prácticos consejos:
#1 Reconócete:
¿Te has preguntado cuáles son tus miedos? ¿Y tus ilusiones? ¿Desde hace cuánto no te sientas a conversar contigo sobre lo que has hecho y dejado de hacer? Revista tus habilidades y fortalezas para que aproveches lo mejor de ti
#2 Perfecciónate:
Así como empezaste revisando lo que está bien en ti, es necesario que continúes pensando en aquello en lo que no eres tan experta para que puedas mejorarlo día a día. Puedes inscribirte en un curso para mejorar tus habilidades en matemática o ver vídeos en YouTube sobre algún oficio que necesites aprender. Cambia todo lo que puedas menos tu propia esencia.
#3 Sueña:
Tómate un momento para volver a soñar, a pesar de tus múltiples ocupaciones. Soñar te lleva a satisfacerte en la visión de una versión de ti más exitosa de lo que ahora eres.
#4 Consiéntete:
Todos los días son tuyos y puedes engalanarlos con tu sonrisa. ¿Desde hace cuánto no te comes un helado mientras tomas una caminata por el parque? ¿Por qué no volviste al spa aquel donde hacen unos masajes riquísimos? Date esos gustos que hoy has abandonado y entiende que nadie más que tú merece disfrutar la dicha de ser mujer