El 68% de los hombres no piensa perder su tiempo en una segunda cita; mientras que el 56% de las mujeres está dispuesta a darse mutuamente una segunda oportunidad, a pesar de la falta de química. Esto nos dicen según los estudios científicos del University College de Londres.
Tenemos que saber cuáles son las influencias que existe en una primera cita. El primer factor importante es que definitivamente no hay ninguna cosa en común, y el segundo es el nerviosismo, que uno a veces no lo sabe controlar. Hablando así de más o cosas sin sentido haciendo que la experiencia resulte incomoda.
Es recomendable que, en la primera cita, no se vaya con expectativas porque estas son el camino a la frustración, en cambio con las ilusiones, puede que la realidad nos regale una linda sorpresa.
Guía práctica para tus primeras citas:
- Lo que nunca te fallará en tu primera cita es ser uno misma. Esto no significa que la persona se enamore, pero garantiza la autenticidad y permite construir mejores relaciones.
- No tienes que arreglarte demasiado, no verte mucho sobre cargada, con sólo verte bien y sentirte cómoda basta. Es mejor quitarle la presión al vestuario.
- La mayoría de las citas comienza con una comida. Por ello debes cuidar mucho tus modelos en la mesa, eso refleja mucho de ti. Esto es para que la otra persona entienda que eres educada y que disfrutas de un buen plato.
- Si tienes alguna idea para la velada, proponlo. Esto hará que el hombre se sienta liberado de la presión de impresionar en la primera cita. Puedes decirle de una forma indirecta, para que sea algo que los dos han propuesto.
- Si tienes muchas ganas de ir a un lugar, puedes darle un abanico de alternativas. Para que la cita sea más amena.
- Es importante, salir de lo habitual. De ir siempre a una cafetería o un restaurante. Recuerda: trata siempre de que la primera cita sea a la luz del día, en lugares públicos.
- Se natural, no adornes mucho tus actitudes. Puede que ser que eso caiga espeso a la otra persona. Habla y escucha, trata de no ponerte nerviosa ya que eso te hace hablar demasiado. Comenta cosas sencillas y escucha lo que tiene que decir, eso enamora a cualquiera.