La vida es maravillosa en su totalidad, cuando logramos ver las cosas como un todo, único pleno y calmado, dejamos a un lado la fragmentación de las cosas, los roles, las máscaras, las situaciones que aún no ocurren o las que han ocurrido, entonces disfrutamos plenamente del ahora…allí esta la vida, ante nuestros propios ojos.
Muy pocas huellas marcan camino. Alejandro Lanús
En ese camino, muchas personas pasan por nuestra vida, nos acompañan, nos marcan, nos decepcionan o nos hacen recordar lo valioso de existir, unas se quedan más, otras menos, pero indudablemente siempre nos topamos con alguien que aunque dura poco en nuestra vida, la transforma para siempre.
Dicen que cada persona tiene un don especial, algo particular, eso que la hace única, para bien o para mal, siempre queda una enseñanza y quienes se convierten en compañeros de vida, cómplices, esas personas que sabes que siempre estarán, no importa distancias, basta una llamada, que las tienes a tu lado incondicionalmente, que son familia, amigos…personas de la vida, sean quienes sean, siempre sembrarán algo en ti.
A veces creo que las pistas llegan en el momento adecuado. Alice Seboid
Existen personas que quizás no nos acompañan mucho tiempo, simplemente deciden partir, unas más lejos, otras sencillamente se separan de nuestro lado, pero te dejan una gran huella en el alma…lejos de ser una relación eterna o permanente, la intensidad de ese instante de compañía bastó, no me refiero únicamente a amor carnal, hay personas que solo cruzan en tu vida una mirada, una palabra o un simple comentario y basta que algo en nuestra vida se active y nos rebele algo que jamás imaginamos.
Todos tenemos un ser especial, único, ese recuerdo de amor puro, vivo, una pareja, un hijo, una madre o padre, un abuelo, un hermano, un extraño en el camino…esa sombra luminosa de aquel que cambió nuestra vida en un instante, que pasan como las olas, pasan brevemente y luego se van, que jamás aparecen, que no son los mismos nunca, quienes simplemente nos brindaron la sonrisa justa en el momento preciso o quienes provocaron esa lágrima que marcó nuestra vida.
Lo que importa no son los golpes bajos que recibimos, sino la huella que dejan en nosotros. Yasmina Khadra
Valorar cada persona que se presenta en nuestra vida, no importa la etapa ni el momento, puede darnos una gran enseñanza, nunca sabemos a través de quienes aprendemos a amar, a través de quienes aprendemos a perdonar, a comprender, a no juzgar…no importa cuanto dure, ni que tan maravilloso sea, el tiempo de una relación no condiciona nada, podemos aprender un universo en pocos segundos y pasar toda una vida y no comprender ni un instante…
Aunque muchas veces no entendemos el por qué de muchos hechos, las razones por las cuales nos cruzamos con personas que muchas veces no deseamos, si miramos hondo podremos darnos cuenta de la oportunidad de transformar que nos brindó esa persona, si logramos salir del atolladero de la alegría o de la tristeza del momento, de la impresión que nos causó esa persona y ver la realidad, podremos aprender lo que toca.
Fuente: El rincón del tibet