Sin importar la manera o el tiempo que llevemos en el mundo de las relaciones, todos hemos tenido algo que ver con la infidelidad. Seamos los engañados, los que engañan o facilitadores para que otro cometa esta traición.
Debido al intenso dolor que causa el desengaño amoroso, tendemos a ver las cosas en blanco y negro, a pensar en todo o nada, que la solución sea terminar por completo.
A pesar de esto, sabemos muy bien que no todo termina con eso. Siempre quedamos preguntándonos por qué esa persona fue capaz de mentirnos, y en ciertas ocasiones tenemos dudas de si terminar es o fue la mejor opción porque es que aún sentimos algo intenso por esa persona…
Cuando revisamos detenidamente, podemos llegar a darnos cuenta de que no todas las infidelidades son producto de la maldad del que nos engaña, y nos preguntamos: ¿entonces es posible perdonar una infidelidad?
La respuesta es sí, pero entonces surge otra duda: ¿cuándo perdonar?
Lo primero que debe hacerse para saber cuándo hacerlo y cuándo no es pensar bien las cosas luego de que pasen un poco esas emociones producto de la traición. ¿Quieres seguir con esa persona? ¿Por qué? ¿Sientes que estás en capacidad de hacerlo ya o deberías darte un tiempo? ¿Sientes que puedes perdonarle lo que hizo o vivir reclamándole a diario lo ocurrido?
Hazte estas preguntas con cabeza fría y respóndelas de igual manera. Si no puedes sola, es importante que lo converses no con amigos o familiares sino con algún especialista en salud mental, que es quien mejor puede orientarte hacia lo que más te conviene.
Si luego de pensarlo muy bien has decidido que quieres seguir con esa persona, debes hacerte una serie de preguntas que esclarecerán los motivos del desengaño:
#1 ¿Ha ocurrido sólo una vez o es algo en lo que siempre cae?
#2 ¿Está consciente del daño que te hizo y está dispuesto a repararlo o no lo considera un problema?
#3 ¿Ocurrió como un momento liberador ante el estrés o lo hace cada vez que le viene en gana?
#4 ¿Lo hizo para reafirmar su hombría en un momento dado o es algo que se da frecuentemente?
Habrá otras preguntas que deberás hacerte dependiendo de lo que conoces de esa persona y de ti misma, y si resulta que la infidelidad fue algo de una vez, motivado por estrés y él tiene toda la intención de no repetir, se trata de una excelente oportunidad para ayudarles a conocerse mejor y a sortear las dificultades.
En conclusión, la infidelidad duele muchísimo en el momento en que te enteras de ella pero cuando lo piensas dos veces y le buscas el lado positivo representa un momento clave para la reformulación de la unión amorosa en pro del mejoramiento continuo.